04/09/2012 por Marcelo Paz Soldan
Editorial Nuevo Milenio reedita Morir en La Paz de Bartolomé Leal

Editorial Nuevo Milenio reedita Morir en La Paz de Bartolomé Leal


Edición boliviana de Morir en La Paz, novela de Bartolomé Leal
Con el afán de evitar el pirateo de libros y para hacer accesible a los lectores bolivianos esta novela negra ya clásica, premiada en la Semana Negra de Gijón, escrita por un chileno y ambientada en Bolivia, Editorial Nuevo Milenio ha sacado una edición de bolsillo de Morir en La Paz, con expresa autorización del autor.
La novela será presentada en la Feria Internacional del Libro de Santa Cruz, con la presencia del escritor.
Cachín Antezana ha expresado de esta obra: “Hay un protagonista que, sin duda, resulta inmune a todos los peligros y avatares de la trama. Me refiero a la ciudad de La Paz que contextualiza buena parte de la novela. Desde la ciudad como reflejo del cielo estrellado que impacta, desde El Alto, toda llegada y descenso nocturnos hasta las múltiples sociedades y culturas que se articulan en la Fiesta del Gran Poder, pasando, por supuesto, por los laberintos y vericuetos de su peculiar orografía (la Muela del Diablo y el río Choqueyapu incluidos), con detalles sobre su vida cotidiana y nocturna, La Paz de “Morir en La Paz” más que un escenario es un complejo personaje que motiva los momentos más explícitamente literarios de esta novela”.
El novelista español Javier Abasolo se refirió así a esta novela: “Cuando hablamos de que el polar está renaciendo gracias a las aportaciones de los escritores latinoamericanos en muchas ocasiones quizás nos dejemos llevar por el entusiasmo, pero no se puede negar que gran parte de la revitalización del género se debe a escritores que usan el castellano para escribir sus obras. Y lo que es innegable es que esta novela sólo podría haber sido escrita por un autor hispanoamericano, en este caso un chileno que escribe sobre Bolivia”.
El periodista Paco Zavala de “La Prensa” de San Diego, California, escribió: “Cada una de las veinte partes de que está constituida la trama de la novela se establece en un diálogo transparente, sin fisuras literarias. El tema es atractivo, colorido, cargado de dinamita y de acción. Dentro de la cobertura de este rompecabezas literario, el cual encierra en su entorno general rudeza, violencia, sexo, asesinato, traición, venganza, deseos y pasión, cada parte se desenvuelve con desenfado y buen gusto. Sobre todo en lo que concierne a la terminología tradicional y a la descripción apasionante y detallada sobre los preparativos minuciosos y generales para realizar la procesión del Cristo del Gran Poder, la que se detalla paso a paso y en la que desfilan más de 30 mil personas participantes en La Paz, Bolivia. La novela Morir en la Paz, tiene una conclusión inesperada, violenta y feliz”.
Por último, las palabras del joven y talentoso novelista boliviano Juan Pablo Piñeiro: “Si la novela Morir en La Paz del autor chileno Bartolomé Leal no hubiera estado ambientada en nuestra ciudad, probablemente sólo se trataría de una historia entretenida e ingeniosamente narrada. Sin embargo, el autor parece haber apostado por interrogar mediante su obra, e incluso mediante el género de su novela –la novela negra–, los silencios dolorosos, los secretos ancestrales, los rincones absurdos y la estoica miseria de la ciudad de La Paz. El resultado es atractivo, porque este diálogo nos conmina a mirar nuestra ciudad a través de una aventura policial digitada en el infernal mundillo del narcotráfico… La literatura no reconoce fronteras, reconoce viajes, no escribe de países sino de habitantes, y no está creada por autores sino por sensibilidades. Esta es la categórica diferencia que nos permite compartir la sensibilidad de Bartolomé Leal, antes de mutilar nuestra lectura en busca del dato antropológico”.
Fuente: Editorial Nuevo Milenio