PAPELITOS BLANCOS
Una noche con ATEMPORAL, historias que atraviesan el tiempo
Cecilia Romero
El viaje nos lleva desde las laderas de una ciudad dominada por las cumbres blancas del Illimani al Centro Cultural Yungaro Santalla en la calle 22 de Calacoto, un espacio como un útero telúrico donde se gestará un alumbramiento que se construye no en la preexistencia, sino en la emergencia de los temas que nos habitan. Cocrear significados con el público permite presenciar la belleza lírica que tienen las realidades compartidas en una geografía íntima denominada como Atemporal, historias que atraviesan el tiempo.
En esta obra presenciaremos la potente libertad de la improvisación como acto de revelación que surge del subconsciente colectivo y se materializa ante nuestros ojos en una puesta en escena donde intervienen Yungaro Santalla, actor y director escénico de la Compañía Chuquiago, además de músico e improvisador; Maira De La Riva, actriz, intérprete en teatro musical, cantante y gestora cultural y la impecable firma de los actores Micky Paredes y Daniel Pacheco, con la música de Lupe Landriel y Daniel Sanjinés.
Entonces, pasan ante las manos del público papelitos blancos y se nos pide escribir brevemente sobre algo que sintamos cercano, sobre demonios persistentes o miedos puros y duros. Lo hacemos, una pausa donde el escenario se oscurece y comienza una obra, única en su especie. En esta forma de iniciar el encuentro ritual, alguien del público escribió sobre la inteligencia artificial y su imposibilidad de crear buenos títulos, otra persona: “Como es arriba es abajo” y también otros mensajes más, los cuales conformarán el motivo de una obra de formato largo, que tomará casi dos horas en su ejecución y donde la Compañía Chuquiago, siguiendo esos hilos conductores, será el médium en un viaje histórico, hilarante y mordaz sobre viejos-nuevos temas.
Sostiene Yungaro Santalla: “Este proceso se entrena para que suceda en tan solo minutos, previos al inicio de la función, cada día de entrenamiento debe permitirnos ser más ágiles para la construcción de historias, que al principio se puede demorar entre media hora a una hora, con el tiempo, se puede hacer en un par de minutos, porque todo el equipo de actores, músicos, técnicos, está inmerso en el desarrollo de la narración”.
Según Santalla, la improvisación tiene una metodología, siendo “la aceptación” la forma fundamental para poder innovar. De igual manera, afirma: “Desde mi dirección se aborda la creación espontánea desde tres ejes: La historia es fundamental, debe estar bien contada, debe ser coherente y actuada al límite de las capacidades del actor; la técnica debe entrenarse constantemente, la persistencia y la continuidad son aspectos sumamente importantes, porque de la técnica actoral de los improvisadores es que se sostiene toda la creación; y dejarse equivocar, este principio fundante es el que permite que el proceso sea llevadero, sin presiones innecesarias, y que permite que el actor se sienta libre de hacer y deshacer”.
Así Atemporal desafía la percepción de la improvisación como un simple despliegue de agudeza por parte del elenco y donde el juego cumple un rol, pero ante todo es la técnica un motor que permite que la creación explore sus posibilidades infinitas, dando una visión holística a la improvisación, constituyéndose en una obra de creación colectiva donde la liberación creadora permite una mayor fluidez y soluciones inesperadas al cierre de cada acto.
Por su parte, Maira de la Riva, actriz y también productora, quien además introduce el canto como forma simbiótica en la obra, sostiene que al ser parte de un grupo independiente de teatro, va adquiriendo y adaptando sus rituales de preparación, además de una disposición adaptable y consciente, con una escucha abierta: “Siempre estar allí para mis compañeros, y al estar, ellos también devuelven el gesto, y se puede ser libre, libre de proponer, y libre de no sentirse mal, si otra propuesta es más interesante, en eso creo que me he vuelto mucho más autocrítica y honesta conmigo misma gracias a la improvisación”, afirma.
En este sentido, en la obra evidenciamos que la técnica actoral en improvisación de Atemporal tiene la capacidad de proponer y recibir bajo la narración de diversos periodos históricos a manera de hilo conductor, hay también un impecable manejo del espacio con una sólida construcción de personajes que nos interpelan y que nos hacen reír pensando en los caminos de una inteligencia artificial que está en el aquí y el ahora con una persistencia y continuidad que sabemos peligrosa si sustituye ese viejo y lejano libre albedrío que teníamos antes de que fuera creada a mediados del siglo XX.
Al preguntar al elenco si alguna vez la improvisación se fue por un camino inesperado, afirman que: “Durante la primera temporada del musical “Fantasía épica”, estábamos en el proceso previo al inicio de una función donde teníamos un esquema de escenas que desarrollaban en una pizarra junto con el público con el objetivo de avanzar progresivamente en la historia y evitar que esta se estanque. En esta presentación, nos adelantamos una escena, es decir, que nos “comimos” toda una sección de la trama, por lo que se generó una tremenda confusión, con la música en un momento diferente, con los personajes en un arco de desarrollo incompleto. En ese momento, supimos que, aunque tenemos un sistema eficiente, todo a final depende de las personas, la obra llegó a término, con un final inesperado, pero con una nueva personalidad, que sin querer hizo, que el público comente después, que les gustó ese giro (inesperado) en la historia. Lo que pudo ser un desastre, se volvió un acierto, como equipo pudimos darle más coherencia y sentido a la historia. Esa noche fue memorable, y aprendimos y crecimos mucho como grupo”.
Y como el camino se hace al andar, el director de Atemporal, ha planeado una ruta que es inagotable, próximamente estrenarán “Shakespeare Remix” obra de estilo renacentista traído a la modernidad, contando historias actuales desde un estilo clásico y también se tiene aspectado volver a presentar “Fantasía Épica” una obra de teatro musical, que, en palabras de Santalla: “Convierte historias aparentemente comunes en piezas épicas y memorables, esta obra tiene su propio sistema de creación de historias, ya que tanto actores-cantantes, como músicos deben tener precisión y armonía al improvisar, lo que aumenta de forma exponencial la complejidad de la puesta en escena”.
Para el próximo año verá la luz, las “Crónica de lo Efímero”, una exploración de los conflictos humanos, los tabúes y la muerte, desde el prisma del teatro épico, del contemporáneo, y el teatro del absurdo, afirma Santalla.
Así con aprendizajes que no dejan de ser continuos y altamente reveladores, los cuales permiten una permeabilidad y aceptación de ciertas circunstancias es que llega ante nosotros Atemporal, como una entrega acaso una ofrenda al poder creador del teatro y a una labor performativa de alta factura, mostrando que esta Compañía está innovando en lenguajes teatrales y bajo la consigna de unos papelitos blancos donde aceptamos como público que no seremos espectadores ajenos a la trama, hemos sido parte de un momento único que se irá con nosotros cuando la obra finalice y quedará en nuestra piel y en la piel de las calles de una ciudad que guarda aún muchas promesas.
Fuente: Ecdótica