01/10/2025 por Sergio León

Presentación de Antología súbita

Por Edwin Guzman Ortiz

La idea de una “antología súbita”, brota de un chispazo inaugural en torno a una telepartida de ajedrez entre Eduardo Kunstek y Antonio Terán, chispazo que expande Eduardo, para sumarme en este peligroso propósito. Al principio, su versión digital circuló por las redes durante más de dos años. Al cabo, Eduardo, infeliz y dolorosamente se nos fue, pero dejó la base fundamental de la obra. Este año, en un azaroso encuentro con Marcel Ramírez de la Editorial 3600 -de las pocas editoriales que cree en la luz de la poesía y a quién especialmente agradecemos- pudimos canalizar su edición impresa, incluyendo otros poetas que participaron en el Movimiento de los 15 Poetas. En este empeño, fue fundamental el trabajo de Berny Salinas Aramburu quién, prodigó su mayor esfuerzo en el procesamiento de la Antología, hoy, al cabo, con 26 poetas en sus páginas, y una tapa luminosa del gran artista plástico, Fernando Ugalde.

Relievar el valor y la importancia de la poesía, como manifestación del pensamiento desinteresado en todo tiempo –incluso desde Platón que expulsó a los poetas de su ciudad ideal, a Teodor Adorno que espetó “escribir poesía después de Auschwitz es una acto de barbarie”-, más que un imperativo es una fatalidad feliz, expresando ese canto sigiloso que implosiona el espíritu y las estribaciones del espíritu, cuestionando la realidad, e iluminando esa verdad inmensurable por ilegible, que acompaña nuestro paso titubeante entre el sueño y la vigilia. En tiempos de oscurantismo ideológico y sobresaturación digital se atreve a proferir palabras luminosas, a gritar desde la sombra, o ser la luz de una lámpara de arcilla que ilumina el otro lado de las cosas, esa otredad que también somos.  No el sol de la razón, sino la razón del sol, que es lo que concibe la poesía.

Antología súbita, es además el testimonio de un tiempo, una amistad, de un enjambre de anhelantes escrituras que no ha cesado. La obra manifiesta una pluralidad de voces, polifonía ávida que revela la interioridad, como el deseo de incesante diálogo. Junto al poeta con nombre y apellido, se abre una comunidad deseante, un tejido imbricado de palabras, parapetos, afinidades, contrastes y vasos comunicantes que revelan hoy parte importante de la poesía escrita en el país. Fue precisamente el Movimiento Encuentro de 15 Poetas de Bolivia, quién dio pábulo a este propósito, ya, al cabo, hace más de cuatro décadas. Desde aquel 1980 donde inició sus actividades, clandestinamente, en medio del contexto nefando de una dictadura, compartiendo poesía y música en los valles de Tarija y San Lorenzo, rodeado por erques, violines y guitarras, junto al canto rebelde de los Montoneros de Méndez.

De ahí en adelante, y como parte fundamental de su actividad, se sucedieron casi una decena de encuentros, lecturas de poemas, manifiestos contra la infamia, coloquios, publicaciones, eventos artísticos. Cochabamba, Oruro, Sucre, Potosí y por supuesto Tarija fueron los escenarios de innumerables reuniones.

Más que un círculo cerrado, fue un espacio de integración y afinidades, incluso desde la diferencia que hace posible la complementariedad. Se asume el 15 como un número cabalístico, clave numerológica en el juego iniciático del desborde creativo, cifra de abiertas genealogías.

Parte medular del Movimiento fueron los poetas Antonio Terán Cabero, Héctor Borda Leaño, Gonzalo Vásquez Méndez, Alberto Guerra Gutiérrez, y Roberto Echazú Navajas, algunos, miembros de la segunda generación de Gesta Bárbara. Luego, se fueron sumando poetas de diferentes generaciones, procedencias y tendencias; pero el colectivo siempre constituyó un espacio abierto, de amplia circulación, encuentro, y de plena libertad creativa.

Aunque existieron afinidades, una atmósfera poética común, incluso temáticas cercanas, cada cual forjó su propia escritura. En realidad, en los 15 no se propuso constituir una matriz preceptiva ni una tendencia estética como en otras latitudes lo hicieron imaginistas, ultraístas o surrealistas, tampoco se pretendió encumbrar a un gurú que, paternalmente y batuta en mano, rigiera el talante poético del Movimiento. Cada cual escribía como sabía y sentía; eso enriqueció a la poesía en disonante asonancia, generando afinidades, contrastes y una gorda y colorida diversidad.

Surcó ese vasto ciclorama de los fantasmas perennes: el amor, el trascendente cotidiano, mitologías personales, taumaturgias, insurrecciones verbales, místicas del p’ijchu y la chakana, sobreescrituras del samsara, soflamas partisanas, engendros del asombro, la soledad y la muerte. En fin, el eterno poético que en todo tiempo se manifiesta a través de formas distintas.

Es más, una heterodoxia que conjugaba múltiples dilecciones: borgianos y vallejianos, pazianos y lezamianos, poundianos y pessoanos, gongorianos y rimbaudianos, sanzeanos y cerrutianos, líricos y pírricos, herméticos y hermenéuticos, juglares, sibaritas y lívidos libadores, quienes terminaron forjando una comunidad munida de palabras, obras, razones y sinrazones.

Experiencia que enriqueció alternativamente a poetas y poesía. Muchos de ellos ya emprendieron vuelo. Hoy, con la presente antología va nuestro cálido homenaje a su memoria, y en ella, a manera de simbólico reconocimiento a los gestores iniciales del libro: Eduardo Kunstek y Antonio Terán Cabero. A Eduardo, por constituir importante impulsor de este proyecto, y por su militancia indeclinable en las huestes de la poesía. A Antonio Terán Cabero, fundador de la troup de los 15, representante de una épica generación de poetas idos, nuestro Soldado Mayor, dueño de una prodigiosa inteligencia y sensibilidad poéticas, un verdadero símbolo del Movimiento.

Los poetas presentes en la antología son: Antonio Terán, Gonzalo Vásquez, Alberto Guerra, Roberto Echazú, Héctor Borda,  Edgar Ávila,  Jorge Zabala, Iván Decker,  Fernando Rosso, Álvaro Diez Astete, Rubén Vargas, Eduardo Kunstek., René Antezana, Edwin Guzmán, Jorge Campero, Marcelo Arduz,  Benjamín Chávez,  Juan Carlos Ramiro Quiroga, Eduardo Nogales, Igor Quiroga, Marlene Durán . Es más, se suman ahora a la presente obra las prestigiosas y gravitantes voces de Vilma Tapia, Sulma Montero, Ariel Pérez, Ricardo Ballón y Amilkar Jaldín.

Es justo recordar además a no pocos amigos, musas, contertulios y cómplices de esta aventura, quienes enriquecieron, aportaron y se sumaron a los 15, cabe mencionar a Mario Molina, Freddy Castellón, Ramón Rocha, Álvaro Antezana y muchos más…

El Movimiento 15 Poetas de Bolivia, fue y es un acelerador de energía poética. Un espacio compartido. La libre convergencia de quienes asumen la poesía como pasión, transgresión, destino y ejercicio de la libertad. Poetas que comparten su palabra fraternalmente, sus obsesiones, la insumisión, la indefinible verdad de su tiempo, prosiguiendo luego su camino. Un espacio de encuentro, de ansiedad expectante, de percepción irregular, un bastión de fe poética.

Por ello, Antología súbita, es un gabinete que ratifica enfáticamente la vigencia proverbial de la poesía, una matriz abierta por la que circulan poetas, poemas y universos en todos los sentidos posibles.

Cochabamba, 15 de noviembre de 2024

Fuente: elduendeoruro.com/