Por Sergio Leon Lozano
Jorge Zabala Suarez, escritor y poeta nacido en Oruro en 1939 y residente en Cochabamba hasta su fallecimiento en 2014, dejó una huella en el ámbito de la crítica cultural y del arte. A pesar de su reconocimiento como un icónico intelectual de café en la década de los 70, 80 y 90s en Cochabamba, su legado ha sido poco valorado sistemáticamente. Este artículo brinda una visión general de la investigación que se realiza en el marco de la Maestría en Investigación Cualitativa en la Universidad Mayor de San Simón, buscando resaltar la relevancia de sus dos primeras obras: “Mundo compartido” (1968) y “Exorcismos. Ensayos sobre la crisis sexual, racial y cultural” (1971).
En ambas publicaciones encontramos artículos diversos y de temática libre. Según el filósofo Fernando Prada, Jorge Zabala “en Exorcismos es más libre, es más el Jorge, escribe como quiere, lo que quiere”, se desliza por esa libertad de abordar múltiples temáticas, explorando una variedad de temas yuxtapuestos en fragmentos dispersos, creando así una totalidad. Prada dice: “La dispersión del fragmento es un deseo de totalidad, de abarcar todo no en un sistema, sino en una dispersión, una expansión”.
Esa dispersión del fragmento, reunida en ambas publicaciones compone una grandiosa totalidad, un registro de aquella década, un rastreo de diferentes autores y perspectivas de aquel entonces. Gustavo Soto Santiesteban, poeta y docente universitario, menciona que “sus artículos compilados y reescritos que constituyen ambos libros –Mundo compartido y Exorcismos– reseñan el espíritu de la época”. En ambos libros se describen las manifestaciones culturales del entorno, se esbozan ciertos factores sociales, psicológicos, políticos y culturales, abordando temáticas que, en cierta manera se estaban anticipando al entorno en el cual fueron publicados.
En ambas publicaciones, se distingue una prosa bastante elaborada, densa, con estructuras sintácticas complejas, uso de ciertos recursos lingüísticos al momento de abordar sus ideas y conceptos que va puntualizando en cada uno de sus temas que expone. Gustavo Soto menciona: “aunque sus temáticas eran rizomáticas, pues conectaba brillantemente ámbitos que parecían distantes”. Bajo esa aseveración, tomando como referencia a Deleuze y Guattari quienes escriben Rizoma, un texto introductorio del libro Mil mesetas. Capitalismo y esquizofrenia. Pre-Textos (2005), se puede afirmar que los textos de Zabala podrían catalogarse en el sistema-raicilla o raíz fasciculada, en el sentido que “en ella viene a injertarse una multiplicidad inmediata y cualesquiera de raíces secundarias que adquieren un gran desarrollo” (p. 11). Las temáticas que aborda Zabala, responden a esa multiplicidad de temas y contenidos singularmente desarrollados.
Esta afirmación refuerza el planteamiento de Fernando Prada, en torno a la habilidad de Zabala para establecer conexiones sorprendentes entre diferentes ámbitos del conocimiento y explorar ideas en una estructura no lineal. Esta característica tanto en sus textos como en sus conversaciones demuestra la naturaleza rizomática de su pensamiento, donde las ideas se entrelazan de manera creativa y sin restricciones, generando nuevas perspectivas y enfoques.
En ese marco, es relevante destacar las influencias que marcaron la forma en que Jorge Zabala abordó su crítica cultural. Si bien es necesario reconocer que una perspectiva más amplia de su influencia cultural requeriría el testimonio de quienes lo conocieron de cerca, resulta evidente que gran parte de sus fuentes bibliográficas se centraban en referencias literarias y culturales de origen inglés. Al respecto Fernando Prada menciona: “El Jorge era un hombre con una alta cultura, gran parte de su referencia bibliográfica era en ingles ¿no?, o sea Keats, todos los románticos, los poetas románticos ingleses, Coleridge, Wordsworth, bueno y posteriores”. Es necesario destacar la fascinación que tenía por el poeta y ensayista W. H. Auden.
Ésta marcada inclinación hacia la literatura inglesa revela no solo su admiración por los autores y movimientos literarios de esa tradición, sino también su conexión con una tradición cultural y estética específica. Las ideas y el estilo de los escritores ingleses permearon su propia escritura y su visión del mundo, dejando una huella significativa en sus libros, ensayos y su conversación.
En la contratapa de Mundo compartido (1968), se destaca que Jorge Zabala había realizado estudios en Argentina. Esta información es complementada por el testimonio de Roberto Prada, quien menciona que Jorge “tenía familia que tenía recursos como para mantenerlo en Buenos Aires a un nivel elitario ¿no?, una escuela, un colegio inglés, entonces Jorge por eso hablaba el inglés con una perfección británica sorprendente”.
La conexión de Jorge con el mundo anglosajón y su dominio del idioma inglés pueden interpretarse como elementos que contribuyeron a su afinidad por la literatura y el pensamiento inglés. Su familiaridad con la cultura inglesa y su capacidad para expresarse con fluidez en este idioma probablemente le brindaron una perspectiva más amplia y un acceso privilegiado a la tradición literaria y filosófica de ese ámbito.
La marcada influencia de la literatura inglesa en su obra y pensamiento sugiere que Jorge Zabala adoptó y adaptó ideas y estilos de escritores de esa tradición para desarrollar su propia visión del mundo. Sus libros, ensayos y su participación en eventos culturales reflejan esta influencia, y muestran cómo la cultura inglesa dejó una huella significativa en su producción literaria y su forma de interpretar y analizar la sociedad.
Fuente: Ecdótica