12/27/2008 por Marcelo Paz Soldan

Cuento: Las Cosas

Las Cosas
Por Guillermo-Augusto Ruiz

(N. del E.: “Las Cosas”, fue finalista del premio Tamayo. Ruiz no tiene libros publicados pero “Prosas sacras” fue finalista del último premio Bedregal y fue incluido En la próxima antología de poesía boliviana, a cargo de J. Freudenthal, J.C.R. Quiroga y B. Chavez. Ruiz posee el espacio literario, junto con sus amigos dispersos por el mundo: www.elfuegoylafabula.blogspot.com)
Durarán más allá de nuestro olvido;
No sabrán nunca que nos hemos ido.
Borges

Muchos años tuvieron que extraviarse.
La casa era pequeña, pero mi madre tenía la virtud prestidigitadora de hacer sitio donde no lo había, y tres dormitorios de tres por tres, una cocina estrecha, un baño de batalla y una sala eran espacio suficiente para una pavorosa cantidad de cosas. No sé cómo hacía mi madre para acomodar media docena de helechos colgantes, cuatro sillones de espaldar espigado, un escritorio cuya sola presencia arrinconada bastaba para perderse en un mundo de papeles viejos, estuches de pinceles y marcadores, libros de polvo sin lomo y pomos de tinta china, además de un sofá lánguido, cercado no sólo por las macetas de tierra de los gusanos, sino por los urinarios con el aserrín de los gatos, y un reloj grande que mi padre quería botar por su costumbre de despertarlo de la siesta, y dos mesitas bajas y catorce lámparas de vidrio con los cables enmarañados; jarrones intocables; sin contar con las bailarinas de ballet y los elefantitos traslúcidos, los búhos en actitud hierática, los borrachitos guitarreros y las monjas de arcilla, que llegaban día tras día bajo el brazo de mi padre y abarrotaban la estantería de vidrio de una sala que más que sala eran cuatro paredes más cerca que lejos una de otra. (Fragmento)
Para leer el cuento completo, favor de descargarlo de la biblioteca de ecdótica.
Fuente: Ecdótica