Por Cleverth C. Cárdenas Plaza
Gesta Bárbara en la cultura boliviana (2022) es una compilación hecha por Mariano Baptista Gumucio y Luis Urquieta Molleda. Heteróclita en su forma, amplia en su indagación, ofrece a los lectores un valioso material sobre uno de los momentos claves para la difusión y propagación de la literatura, arte y cultura de nuestro país. Este texto presenta un repertorio amplio y, en ese sentido, pone a disposición nuestra, fuentes primarias perdidas en el tiempo, o en los anaqueles, además se plantea una especie de diálogo con otros escritores e intelectuales de este tiempo. El fin es mostrar cómo la Gesta Bárbara, iniciada como un movimiento cultural e intelectual potosino el año de 1918 hace más de un siglo, tuvo repercusiones y réplicas en la cultura boliviana cuyas trazas todavía se pueden encontrar.
En la nota introductoria, Mariano Baptista explica brevemente el contenido y el modo cómo se armó este texto: ambos compiladores conocieron a muchos de los miembros de la Gesta Bárbara de Oruro, Cochabamba y La Paz, por lo tanto, tenían acceso a las fuentes de información de primera mano. En parte por el afecto que supone esas relaciones de amistad y en parte por la intención de que ese material saliera a la luz, urdieron o esbozaron la posibilidad de hacer una antología del movimiento cultural en el que participaron.
Se dieron cuenta de que era necesario conseguir apoyo y buscaron la colaboración de Gonzalo Molina Echeverría para completar la presencia de la Gesta en Sucre, Oruro y Tupiza y también acudieron a Elías Blanco Mamani, miembro de la tercera generación de la Gesta Bárbara en La Paz. Gracias a esas valiosas colaboraciones es que pudo ser posible la publicación de este libro. La nota triste la da el deceso de Luis Urquieta Molleda en noviembre de 2019 y Baptista presenta el libro como un homenaje a su memoria.
Es un libro que rastrea, urde, entreteje y provoca un diálogo a través del tiempo, compilación se le suele llamar: La primera parte presenta textos de los miembros de la primera generación de Gesta Bárbara y al mismo tiempo textos y ensayos escritos a propósito de este grupo. De ese modo se presenta a los integrantes de la primera Gesta Bárbara: Alberto Saavedra Nogales, Armando Alba, José Enrique Viaña, Fidel Rivas, María Gutiérrez, Armando Palmero, Carlos Medinaceli, Gamaliel Churata y Walter Dalence. Y, junto a ellos o como colofón, se encuentran estudios críticos, con aportes de varios académicos e intelectuales. Por medio de la lectura de estos textos, podemos conocer algo del movimiento, sus pulsiones y sus búsquedas intelectuales, en los lejanos comienzos del siglo XX.
De ese modo, Gesta Bárbara, conocida también como la generación del 18, se constituyó, en el escenario de las letras bolivianas, como el pivote para la irradiación de la cultura a partir del impulso por la creación literaria y su difusión en el país. Era, por supuesto, un movimiento cultural que tenía la entereza y la efervescencia de una juventud, ávida por las lecturas y que coronaría sus aspiraciones con la edición de una revista del mismo nombre, cuya primera edición data del 16 de junio de 1918. Como sus predecesoras, Gesta Bárbara, nace como un espacio para la lectura, pero también para la crítica literaria. Un aspecto importante de este grupo fue la organización de veladas artísticas como otra forma de difusión de las creaciones de sus miembros. Carlos Medinaceli y Arturo Peralta fueron los impulsores de esta primera generación de Gesta Bárbara.
La segunda parte del libro está dedicada a la segunda y tercera generación de la Gesta Bárbara, fundada en 1944 en La Paz. Raúl Alcázar resume la fundación presentando el testimonio de la madre de Gustavo Medinaceli, el promotor del movimiento, quien buscó a Gamaliel Churata y a todos los miembros que radicaban en Potosí para conseguir la autorización. Con la bendición de los fundadores tomó contacto con amigos, artistas e intelectuales jóvenes y de ese modo dio inicio a una nueva gesta; con la esperanza de “denunciar el naufragio del espíritu en la melaza de la comodidad y agitar la campana de la renovación que inyectaría vitalidad al pensamiento boliviano”.
Esta parte concluye describiendo la fundación de la tercera generación de la Gesta Bárbara en La Paz el año de 1989, eran los años en que se recuperaba la democracia y el acto se realizó en el Instituto Goethe de La Paz.
El año de 1946 se fundó la tercera generación de la Gesta Bárbara en Cochabamba. El mismo año se fundó Gesta Bárbara en Oruro y se la refundó tres años después en 1949. En Sucre fue fundada el año de 1948, posteriormente se fundan similares agrupaciones en Santiago de Huata el año de 1950 y Tupiza en 1951. Toda esta historia, narrada en la tercera parte del libro.
En la cuarta parte, este libro nos obsequia una fuente exquisita: Trigo, estaño y mar. Trilogía del anhelo boliviano (1950). Se trata de un libro que emergió de un concurso gestionado por los miembros de Gesta Bárbara de La Paz. El libro tiene un escolio de Franz Tamayo, quien no vacila en exponer sus puntos de vista respecto al tema central del libro: el mar. La primera parte está dedicada al “Trigo”, la segunda al “Cincuentenario del estaño”, la tercera a la “Heráldica del estaño” y la última al “Retorno al mar”. Es, indudablemente, un obsequio de fuente primaria.
Esta compilación cierra con excelentes poemas escritos por los miembros de Gesta Bárbara: Alcira Cardona, Gustavo Medinacelli, Gonzalo Vásquez, Óscar Alfaro, Héctor Cosío Salinas, José Federico Delós, Armando Soriano Badani completan un libro que nos permite una mirada a lo que fue el pensamiento, la poesía, la crítica de principios del siglo pasado.
La réplica de Gesta Bárbara por las ciudades más importantes es signo de la importancia de este movimiento en la cultura boliviana y eso es precisamente lo que este texto intenta dejar en claro, que no fue un movimiento aislado, sino que expandió las fronteras de la cultura y literatura por casi todo el país. En ese sentido, Mariano Baptista Gumucio indaga sobre lo que fue este mítico movimiento cultural y literario potosino, emprendido por escritores y artistas jóvenes que pretendían una renovación en las letras bolivianas.
Fuente: Letra Siete