Finalmente, la Biblioteca del Bicentenario (BBB) ha anunciado una fecha (el 28 de mayo a las 17:00 horas) para la publicación de la tan esperada Obra Reunida de Adela Zamudio. El libro alienta, en parte, al gran ímpetu y voluntad, que ya viene surgiendo hace 20 años, de redescubrir y utilizar el pensamiento de la “alondra del valle” para hacer una lectura del presente. El estudio introductorio y edición no podría estar en manos de otra intelectual que no sea la poeta e investigadora literaria, Virginia Ayllón, la mayor difusora del pensamiento de Zamudio.
Con libros ya en su bibliografía como La ausencia de Adela Zamudio (Nuevo Milenio, 2012), en colaboración con Luis H. Antezana; Cuentos (Plural, 2013) o El pensamiento de Adela Zamudio (Plural, 2019), esta (re)visita de Ayllón al pensamiento y obra de Zamudio tiene un poco de todas estas otras publicaciones, aun así, con nuevas miradas y descubrimientos como una crítica de Ensayos poéticos (1887) por parte de Ricardo Jaymes Freyre o una selección fotográfica del histórico fotógrafo cochabambino Rodolfo Torrico.
Utilizamos como excusa una nueva obra dedicada a Zamudio para compartir una entrevista con la crítica literaria y escritora en la que reflexiona sobre la inmortalidad de Zamudio, su pensamiento reivindicativo, rebelde y crítico, pero no “declaradamente feminista”, así como nuevas facetas que el lector descubrirá como la de su lucidez de su pensamiento transformado en filosofía.
Es la mayor estudiosa sobre el pensamiento y obra de Adela Zamudio, ha producido libros como La ausencia de Adela Zamudio, Cuentos o El pensamiento de Adela Zamudio. ¿En qué se diferencia el libro que ha editado ahora para la BBB de todos sus otros acercamientos?
A diferencia de Cuento o Poesía este volumen de la BBB se parece un poco más tanto al CD interactivo que hicimos con Luis. H. Antezana, La ausencia de Adela Zamudio, y a El pensamiento de Adela Zamudio. Con el primero, su semejanza es que tiene el mismo objetivo de brindar un panorama aproximativo a la obra total de Zamudio. Pero el CD tiene, además, otros materiales por sus propias características técnicas: videos, entrevistas, cuadros, música, etc. Este volumen de la BBB, en cambio, tiene mayor cantidad de textos poéticos y narrativos de la “alondra del valle”. Con el libro El pensamiento de Adela Zamudio, esta Obra reunida tiene en común que se ha tratado de reponer los sentidos más caros del pensamiento de Zamudio que se expresa en su novela, sus cuentos, sus poemas y sus ensayos.
Este volumen, ¿incluye la totalidad de la obra producida por Adela Zamudio? ¿Qué textos fueron seleccionados y bajo qué criterios?
No, la BBB ha establecido varios formatos para las 200 obras elegidas y, en el caso de Zamudio ha optado por el formato de Obra reunida, que es una selección de la obra del autor o autora.
Con todo, esta Obra reunida incluye el corazón de la producción de Zamudio; esto es: su novela, los poemas que publicó en vida, los cuentos (publicados póstumamente) y sus ensayos. Se ha excluido los textos alegóricos, que fueron publicados en Cuentos breves en 1942 y que no son propiamente cuentos, y también sus textos didácticos que incluyen algunos poemas y dos obras de teatro infantil. Tampoco se han incluido poemas inéditos que sí fueron recuperados en Poesía, publicado por Plural en 2017. Pero el volumen de la BBB incluye otros textos de suma importancia. Por ejemplo, el facsímil de un texto de Ricardo Jaimes Freyre sobre Ensayos poéticos, que fue rescatado por Mauricio Souza. Es un texto hermosísimo, desconocido hasta hoy y que, además, parece ser la primera crítica literaria propiamente dicha a los poemas de la autora. También tiene una sección dedicada al impacto de Adela Zamudio en la cultura cochabambina y boliviana, con datos sobre traducciones, musicalizaciones, material interactivo, lugares con su nombre, etc. Esta sección le debe la idea, por supuesto, al CD La ausencia de Adela Zamudio. Finalmente, tanto la hermosa fotografía de la tapa, como las de un álbum fotográfico inserto en el volumen, corresponden al muy cochabambino fotógrafo Rodolfo Torrico, “El turista”, sobrino de Adela.
Algunos incluyen a Zamudio en una tradición clásica romanticista en un tiempo de modernismo. ¿Cómo categorizas la poesía de Zamudio? ¿Cuáles fueron sus mayores atribuciones técnicas?
La obra de Zamudio se produce en un momento de convivencia de varias escuelas literarias: el romanticismo ya decadente, el naciente modernismo, e incluso el realismo. Pueden encontrarse rasgos de estos movimientos en su obra. Y, a pesar que en alguno de sus cuentos y en un ensayo ella menoscaba al modernismo, es también modernista en algunos momentos de su obra, especialmente cuento y poesía. En cambio, yo creo que su novela Íntimas, se desarrolla en moldes más bien románticos, muy a tono con las grandes escritoras universales del siglo XIX, quienes usaron este marco para sus proyectos escriturales e ideológicos contra el patriarcado. La escritura de Zamudio es compleja; ya visita el verso libre, ya el rimado; ya el poema narrativo, ya el diálogo filosófico. Me gusta destacar, entre otros, la ironía, que usa magistralmente cuando lo hace.
Mucho se ha destacado del carácter contestatario y revolucionario de Zamudio contra la iglesia, el orden impuesto y la reivindicación de la mujer, pero ¿qué otras preocupaciones y temas constantes puedes identificar en su pensamiento y producción literaria?
Sí, creo que solo hasta fines del siglo XX e inicios del presente, ha empezado a leerse los sentidos de la obra íntegra de Zamudio, a cargo de una crítica literaria abierta a tales sentidos. Los aportes de Leonardo García Pabón y Luis H. Antezana, son fundamentales. Pasa que hasta entonces se hizo un sentido común leer a Zamudio como si solo hubiera escrito Nacer hombre y ¿Quo vadis?; de ahí se decía que era anticlerical y feminista. Y si bien ambos pensamientos forman parte de sus reflexiones, no son las únicas; hay más, siempre más en Zamudio. Cierto “uso” político de liberales y feministas de los años 20 hay en esta lectura recortada de su obra. Y es recortada porque, por ejemplo, ella no fue una mera “defensora de los derechos de la mujer”; en su obra ella explicó el sistema de opresión de las mujeres. Hay que leer su ensayo “La misión de la mujer”, publicado en 1922 en la revista Arte y Trabajo, dirigida por Cesáreo Capriles. Ahora bien, si de pensamiento se trata, yo destaco sus reflexiones filosóficas que están en sus poemas y sus ensayos. Son hondas cavilaciones sobre el sentido o sin sentido de la existencia humana, interpela acremente al Creador y su obra que incluye el sufrimiento; interpela, incluso, a la Madre Naturaleza por los estragos que a veces produce. Pero, tiene hermosos cuentos de defensa de los animales.
¿A qué atribuyes esta intención de redescubrir a Zamudio que se traduce en investigaciones y publicaciones y lleva ya algunos años?
Me lo sigo preguntando, un poco admirada, por un lado, y por otro con una actitud “exploratoria”. Hasta ahora mi respuesta tiene dos vertientes. La primera, por el papel de la crítica literaria, que ya comenté antes y, la segunda, por una generación de lectoras jóvenes que, reunidas en clubes de libro, colectivos feministas y otros, han encontrado la obra de Zamudio algunas respuestas (o mejor, más preguntas) a sus discusiones sobre el mundo en que les ha tocado vivir, luchar, amar, crear. Estoy pues admirada, lo declaro. Cabe aquí la anécdota de que hace poco visité el mercado de libros usados y pirateados de La Paz y me encontré con Íntimas. Mi sorpresa fue mayúscula porque ese mercado está regido por la demanda; se está leyendo Íntimas, me dije, y fui feliz ese día.
¿Crees que Zamudio estaría contenta con alguno de los avances de los derechos y participación de la mujer en la sociedad boliviana actual? ¿Cuáles serían sus reflexiones?
No sé si feliz. De hecho, en sus ensayos ella reflexiona sobre ese término al que calificaba de “atroz”, no porque no creyera en eso, sino porque no creía (y sobre eso escribía) en los ideales de felicidad que se impone socialmente, especialmente a las mujeres. Tal vez ella repetiría una pregunta que ronda su ensayo “La misión de la mujer”: ¿estamos mejor las mujeres ahora que hemos conseguido nuestro acceso a la educación y al trabajo? Y con ese mismo ensayo contestaría que la más educada o mejor ubicada laboralmente se chocará algún momento de su vida con: “no sean sabihondas, se ven mejor lindas que inteligentes”. Creo que como esas jóvenes que ahora se reúnen a leerla, Zamudio disfrutaría le lectura y con todas ellas diría: a enfrentar lo que viene.
Fuente: La Ramona