02/19/2010 por Marcelo Paz Soldan
Stieg Larsson y su trilogía Milenium

Stieg Larsson y su trilogía Milenium


El mundo que nos dejó Larsson
Por: Ernesto Contreras Garrett

“Se había convertido en un acontecimiento anual. Hoy el destinatario de la flor cumplía ochenta y dos años. Al llegar el paquete, lo abrió y le quito el papel de regalo. Acto seguido, cogió el teléfono y marcó el número de un excomisiario de la policía criminal que, tras jubilarse, se había ido a vivir a orillas del lago Siljan…”
La vida está plagada de historias inconclusas o con finales tristes. Esta es la historia de Stieg Larsson (1954 – 2004), periodista sueco, conocido en su país por investigar a sectas nazis ocultas (aún vigentes en el país nórdico), y llevadas a la opinión pública a través de la revista Expo, en la cual trabajaba como editor en jefe.
Asocio la tristeza con la vida de Larsson, porque murió a los cincuenta años, producto de un ataque al corazón. Después de haber entregado a su editor el borrador de su tercera novela y a escasas semanas de la publicación de la primera.
Las personas que lo conocieron afirman sin dudar, que Larsson jamás hubiera imaginado que su trilogía vendería alrededor del globo más de quince millones de libros. Para ser honestos, ni siquiera la editorial se imagino un existo a este nivel.
Hasta hace unas décadas los thrillers o novelas policíacas, no eran aceptados por los críticos y tampoco por los lectores de edad. Es más, muchos dudaban inclusive de su autenticidad como novelas y menospreciaban a sus autores. Hoy contra toda expectativa – para esas personas – el thriller es el género literario más vendido y aceptado por los lectores del mundo. Hay quienes afirman inclusive, que si no fuera por este género, tanto autores como editoriales y librerías se irían a la bancarrota, ya que este género no sólo hace agradable a la lectura sino que es además el motor iniciador en todas aquellas personas que no sienten pasión por la lectura.
Por eso este género es tan importante, porque consigue aquello que otros tipos de novela no pueden, que es iniciar a la gente. Podría decirse que hace el “trabajo sucio” por ellos.
Y qué mejor manera de rendirle un homenaje que hablando del boom de los últimos cinco años, la Trilogía Millenium y los libros que la componen: Los hombres que no amaban a las mujeres, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina y La reina en el palacio de las corrientes de aire. Historia que rompe con cualquier esquema.

Comencemos por los títulos.
Extensos, pero a la vez divertidos y sugestivos, hacen que sientas curiosidad por ellos. A este hecho debemos sumar además, el diseño de las tapas – que varían según el país, pero que mantienen la misma idea en todos -. En otras palabras, los libros te atrapan desde el primer momento que los ves.
La trilogía tiene lugar en la Suecia de nuestro tiempo – que gracias al autor ha despertado la curiosidad de muchos y ha levantado el turismo -. Teniendo como principales protagonistas a Mikael Blomkvist (periodista) y Lisbeth Salander (sólo Lisbeth).
El primer libro está más centrado en la figura de Mikael, propietario y editor en jefe de una revista llamada Millenium, que se ocupa de destapar grandes escándalos por parte de empresas o personajes de la alta sociedad sueca. Blomkvist es el elegido para ser la figura y el personaje estelar de la trilogía; correcto, incorruptible, justo, soñador y requerido por las mujeres (que alegan no saber por qué quieren estar con él). En otras palabras es aburrido y hasta un poco predecible, porque la perseverancia y paciencia que posee hacen que a la larga, casi todo le salga bien.
El éxito de estos libros se centra en el otro personaje, Lisbeth Salander (el verdadero legado de Stieg Larsson). Lisbeth se convierte en la heroína de la trilogía, aunque “a simple vista” pueda ser la antítesis de cualquier héroe.
Lisbeth es bajita, fría, odia a la gente, se viste como gótica y además es delgada, pero sin ningún problema de alimentación. El autor explica y recalca por medio de sus personajes durante los tres libros que Lisbeth, no es anoréxica.
¿Donde recae la verdadera fuerza de Lisbeth?
Como habrás podido notar, la fuerza de Lisbeth no radica en la parte física, sino en la intelectual. Lisbeth es extremadamente inteligente -convertida por mérito propio en una las hackers más importantes del mundo-. Por más que parezca dispersa, es una chica con las ideas claras, que se rige por sus propias reglas y tiene un criterio acerca de la ética bastante interesante y particular.
No es agresiva, simplemente pide que nadie la moleste. Ella es la que toma las decisiones y no piensa dos veces cuando tiene que actuar. Este tipo de actitud se debe a una infancia traumática, de la cuál prefiere no hablar, pero que la motiva a hacer justicia – con todos aquellos que le hicieron daño – y buscar la felicidad (a su manera).
Lisbeth, por medio de su carácter y actitud, representa aquello a lo que todos quisieran llegar, pero no se animan. Es la fuerza de actuar y vivir como si no se tuviera nada que perder, dejando de lado las posibles consecuencias, pero siempre viviendo de acuerdo a la propia concepción de vida, sin sentirse avergonzado o intimidado por ello y – por supuesto– dejando de lado la opinión del resto.
Si bien en el primer libro, los personajes tardan en conocerse y no llega a apreciarse del todo la verdadera fuerza de Lisbeth. Ella cobra muchísima importancia en el segundo tomo y se “roba” la obra en el tercero, haciendo que inclusive sientas pena porque ya no la “verás” más en otra novela.
Esta Trilogía puede -y debe- ser leída por todos. Es posible que sea un poco más difícil para la gente de edad (que odiaba a los thrilles) debido a que el autor recurre a muchos elementos tecnológicos, que tal vez cuesten ser imaginados. Pero vale la pena, porque en este libro se encuentra uno de esos personajes que no olvidaremos jamás. Lisbeth Salander.
Fuente: Ecdótica