05/09/2008 por Marcelo Paz Soldan
Pitágoras en Santa Cruz

Pitágoras en Santa Cruz

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Pitágoras en Santa Cruz
Por: Pedro Shimose

Pitágoras (Samos, ¿608/584? a.C.–¿Crotona? /¿Metaponto?, 504 a.C.), filósofo griego –el primero en llamarse a sí mismo ‘filósofo’ (el que aspira a la sabiduría) en vez de ‘sofos’, o sea, sabio– fue, al mismo tiempo, taumaturgo, profeta y matemático. Inventó, hace 2.500 años, la tabla de multiplicar que lleva su nombre, ésa que aprendimos de peladitos en la escuela: 2×1=2; 2×2=4; 2×3=6…; proclamó “la existencia de un espacio vacío que aspiraba el cielo”, anticipándose al estudio de los agujeros negros, iniciado por Schwarzschild en 1916; influyó en el desarrollo de los instrumentos musicales de cuerdas al enunciar la llamada ‘gama de Pitágoras’ e inventó el famoso teorema que revolucionó la geometría (a2 = b2 + c2): “El cuadrado de la hipotenusa es igual a la suma de los cuadrados de los catetos”. Para celebrar el descubrimiento del teorema, Pitágoras ofrendó a los dioses una hecatombe (ordenó la matanza de 100 corderos), mientras sus amigos y discípulos organizaban una gran fiesta en la que participó todo el mundo como si fuera la entrada del corso del Carnaval cruceño.
Por sus estudios matemáticos, contribuyó a la formación del racionalismo occidental. Elocuente y profundo observador de la naturaleza y las cosas, influyó en la opinión pública de su tiempo, tanto en su manera de pensar como en su manera de vivir y comportarse.
El domingo pasado, Pitágoras estuvo en Santa Cruz. Vestía una larga túnica de lino cuando lo pillé en un fogón camba. A pesar de su proverbial frugalidad en el comer y el beber, se sirvió un buen plato de majao con jacuú de yuca. “De este modo y sin que sirva de precedente –dijo– rompo mi dieta estricta de miel, pan y agua. Como le habrá comentado el doctor Lucho Roca, soy vegetariano”, añadió.
Para justificar su rechazo de la carne, habló de la transmigración de las almas (la metempsicosis) y proclamó la contraposición entre la ‘unidad’ y la ‘dualidad’ que algunos pensadores califican de funesta. Estas determinaciones rigen todavía, pero aclaró que él fue el primero que las reveló al conocimiento humano. Dijo que hay tres maneras distintas de pensar las cosas. La primera con arreglo a la ‘diversidad’ (tal el caso de esta tierra inocente y hermosa llamada Bolivia), la segunda con arreglo a la ‘contraposición’ (la Constitución del MAS opuesta al estatuto autonomista) y la tercera con arreglo a la ‘relación’ (del occidente andino y el oriente de la ‘media luna’).
La tesis fundamental de la filosofía pitagórica, según Aristóteles, consiste en afirmar “que el número es la esencia de todas las cosas y que la organización del universo en su conjunto se halla determinado por un sistema armónico de números y de relaciones entre ellos” (Metafísica I, 5). De ahí se deduce que el grupo más simple es el formado por los números 3, 4 y 5. A los postres se sirvió un cafecito y dijo que el número 3 es un número muy importante, pero aclaró que el número 4 es más importante aún porque es el mismo número 3 más desarrollado. Por lo tanto, Pitágoras declaró –en exclusiva– que el número 4 adquiere un rango casi mágico, porque del 4 surge el número 10, o sea, el ‘Tetraktis’, cifra mágica cuya fórmula es la siguiente: 1 + 2 + 3 + 4 = 10. Por esta razón, los cruceños eligieron el domingo 4 de mayo para realizar su referéndum autonómico. No fue algo casual, sino una decisión pitagórica de alto vuelo matemático. Después de todo, los autonomistas han demostrado que no son cuatro gatos, aunque cuatro son los departamentos que piden autonomía y cuatro los jinetes del Apocalipsis.
Visiblemente cansado, Pitágoras se caló el sombrero de saó, se calzó las abarcas y se fue a dormir la siesta. Mañana, después de conocer los resultados oficiales del referéndum, liará sus bártulos y retornará a Grecia, a seguir inventando huevaditas como esa tabla de multiplicar que los estudiantes ignoran porque ahora todo lo resuelve la dichosa maquinita calculadora. //Madrid, 09/05/2008.
Fuente: www.eldeber.com.bo