08/06/2022 por Marcelo Paz Soldan

In memoriam, MARIO D. RÍOS GASTELÚ

En el día de tu cumpleaños

In memoriam, MARIO D. RÍOS GASTELÚ

Por Julio Ríos Calderón

Falleció el 31 de julio, a 6 días de cumplir 91 años. Ascendió al Cielo, y en las puertas del Oriente Eterno, el Padre Celestial miró en retrospectiva su nacimiento el 6 de agosto de 1931, en la calle Junín esquina Pagador de Ouro. La bandera flameaba en el cerro Conchupata, y los padres David Ríos y Raquel Gastelú, festejaban el alumbramiento.

Amante de la música clásica y el tango, entusiasta del deporte, coleccionó desde niño la revista EL GRÁFICO. A los 19 años, en Radio Illimani, junto a Cucho Vargas, transmitieron un partido en el antiguo Estadio Hernando Siles. Pasó a otras radios hasta su ingreso a los periódicos La Nación, El Diario, Presencia y Última Hora. El arte y la cultura, junto al género literario del ensayo, asomaron como una pasión sin límites, convirtiéndose en crítico de música, pintura y literatura. Creó el suplemento PUERTA ABIERTA que difundió día a día el quehacer intelectual del país.

Dos pausas marcaron su ingreso al ambiente político, primero con un alto cargo en el entonces Ministerio de Informaciones, Cultura y Turismo, y luego la Oficialía Mayor de Cultura de la Alcaldía de La Paz. No fue su campo, más se tornó en una experiencia que lo alejaría de la política que jamás le agradó.

Dentro sus virtudes y talentos, fue la lectura la que lo aferró, restando horas de sueño por el hambre de estudiar y adquirir una formación intelectual y espiritual. Su patrimonio: una gran biblioteca, discoteca y una valiosa pinacoteca. De carácter optimista, tenía el corazón de un niño, la mente de un filósofo y la sonrisa de un gato, acompañándolo una firme sensibilidad y misericordia por el dolor ajeno y la miseria. Lo identificaba su amoroso modo de ser y el sentido del humor espontáneo y recurrente. Todo un maestro, en respuestas graciosas. Cuando se le preguntaba, ¿cuáles eran los centros de enseñanza más grandes del mundo?, manifestaba “La universidad de Oxford, Salamanca y el Colegio Oblitas de Ouro”. Si se hablaba de países productores de accesorios o perfumes, él citaba: “Londres, París, Oruro”, o de Fútbol, “Manchester, Real Madrid y San José de Oruro”.

Nunca odió a nadie. Nos amó a sus hijos, sus nietos y su bisnieta Naíma que era su Princesa y su gran alegría. La única mujercita en una familia de hombres. Como suegro un ejemplo; nunca usó el término de nuera, sino de hija y nieta. Como hombre fue prueba de honradez, moral, y ética. Como ser humano muy fino en sus modales y educación prolija. Fue un gran orador y un escritor brillante. Publicó tres libros: La sombra del Buicolizor (novela), Volver en Verso (poesía) y Creadores de luz artistas plásticos de Bolivia (ensayo). Ganó los más importantes galardones: el Premio Nacional de Periodismo y el Premio Nacional de Cultura.

Sin sospecharlo, Dios lo llamó. Yo contaba los días para festejar sus 91 años, pero creo que la numerología me ganó. Tenía él 90; sumemos nueve más cero y da como resultado 9; sumemos nueva más nueve y da como resultado 18; uno más ocho igual a 9. Tres por tres, igual a 9. Tres son las virtudes teologales y 3 días los de Jesús, entre su muerte y resurrección.

Papá resucitó en el Cielo y se encontró con su compañera, mi Mamá, Elba a quien amó toda su vida, y ahora, junto a ella vive una eterna luna de miel.

Fuente: Ecdótica