04/16/2010 por Marcelo Paz Soldan
Centenario de Akira Kurosawa

Centenario de Akira Kurosawa


Centenario de Akira Kurosawa
Por: Pedro Shimose

Yasujiro Ozu (Cuentos de Tokio, 1953), Kenzi Mizoguchi (Cuentos de la luna pálida de agosto, 1953), Iroshi Inagaki (El hombre del carrito, 1958), Kaneto Shindo (La isla desnuda, 1961), Masaki Kobayashi (Kwaidan, 1964), Hiroshi Tetsigahara (La mujer de arena, 1964) y Shohei Imamura (La balada de Narayama, 1982) cimentaron la fama internacional del cine japonés, pero ninguno como Akira Kurosawa (Tokio, 23/03/1910-ídem, 06/09/1998) provocó tantas y unánimes alabanzas en Occidente.
A partir de Rashomon (Gran premio del Festival de Venecia, en 1951) Kurosawa fue admirado por Bergman, Scorsese, Spielberg, George Lucas, Ford Coppola, Fellini, Paul Schrader, Jean Pierre Melville, Sergio Leone, Clint Eastwood y otros notables directores. No hay tratado de cine que no se ocupe de él. La crítica coincide al juzgar que Rashomon (1950) y Los siete samuráis (1954) integran las 100 obras maestras del cine del siglo XX. Este dato está corroborado por John Kobal en su libro Top 100 movies y por la revista Cahiers du Cinéma que, además de dedicarle un número monográfico, no ha escatimado elogios a su influyente obra. Borges, Cabrera Infante, Roman Gubern, Julián Marías, Terenci Moix, Georges Sadoul, André Bazin y, entre nosotros, Julio de la Vega, han confirmado su nombradía.
Fue tal el impacto que causó Rashomon en Estados Unidos, que fue vertida al teatro, primero, y después llevada al cine por Martin Ritt (The Outrage, 1964, con Paul Newman) y a la televisión, con Ricardo Montalbán como protagonista. No fue menor la influencia de Los siete samuráis. La versión estadounidense fue dirigida por John Sturges, con el título de Los siete magníficos (1960).
Rashomon se inspira en dos relatos del escritor Ryonosuke Akutagawa (1892-1927), admirado por Oscar Cerruto y Jaime Sáenz, dicho sea de paso. Aunque la película se llama Rashomon, el guión se basa en el relato En el bosque, escrito por Akutagawa en 1922. El relato Rashomon, escrito en 1915, sirvió de relleno para alargar una película que resultaba excesivamente breve para su comercialización. El resultado fue genial: la historia de una violación es contada por siete personajes (algo similar haría Faulkner en su novela Absalom, Absalom!, catorce años después de Akutagawa). Algo tiene que ver el relato del japonés con una obra teatral de Robert Browning –según Borges– y con la fenomenología de Husserl (Ortega y Gasset adoptó este método, llamándolo ‘perspectivismo’).
La filmografía de Kurosawa consta de 30 películas, entre las que podemos citar Yojimbo (1961/ El mercenario), plagiada por Sergio Leone al realizar Por un puñado de dólares, en 1964. Yojimbo inspiró muchísimas películas del género negro con sus antihéroes cínicos y solitarios. La serie de cintas neorrealistas, medio expresionistas, también forman parte del legado de este gran cineasta: Perro rabioso (1949), Escándalo (1950), El idiota (1951) y Los bajos fondos, 1957. La saga shakespeariana: Trono de sangre (1957), Kagemusha (1980) y Ran (1985), y la inolvidable Dersu Uzala (1975), en la cual exalta la amistad, el amor a la naturaleza y la vida tranquila de un hombre bueno y sencillo. Si pueden, véanla. Es el mejor homenaje que se le puede rendir a un artista que nos hizo sentir y ver el mundo de otra manera.

Fuente: El Deber y Youtube