02/13/2009 por Marcelo Paz Soldan
Bicentenario de Edgar Allan Poe

Bicentenario de Edgar Allan Poe

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Bicentenario de Edgar Allan Poe
Por: Pedro Shimose

Seis meses antes de que estallara la rebelión de La Paz y se constituyera la Junta Tuitiva, nació el escritor estadounidense Edgar Allan Poe (Boston, 19/01/1809-Baltimore, 07/10/1849). Poeta, narrador, periodista, ensayista y crítico literario, su vida fue breve y desdichada. Desde su juventud el alcohol, el miedo a la oscuridad, el opio, el juego y las neurosis lo destrozaron. Sus tribulaciones empezaron cuando el padre abandona a la madre y ésta muere en la miseria. Edgar tenía tres años. Fue adoptado por unos parientes lejanos que querían convertirlo en un profesional acorde con su condición de rico hacendado en el sur esclavista. Un coetáneo de Poe, Abraham Lincoln, nacido el mismo año, pondría fin a la esclavitud en EEUU, lo que le costaría la vida. Esta experiencia, unida a la ‘era Jackson’ (1825-1840) determinaron su existencia azarosa.
Como Melville y Faulkner, Poe le debe a Francia su gloria póstuma. Poeta maldito, Charles Baudelaire vio en Poe su propia imagen, “son semblable, son frère”. Tradujo sus ensayos y relatos (1856-1865), escribió una breve biografía del poeta y un ensayo adicional. Su obra poética y sus ideas sobre la composición poética interesaron vivamente a Mallarmé y Valèry. El primero tradujo su obra en verso (1875-1888) y el segundo, asimiló la teoría literaria de Poe sobre el ‘arte puro’ o la ‘poesía pura’.
La obra de Poe llegó a España e Hispanoamérica a través de Francia. Pedro Antonio de Alarcón lo estudia y asimila, y Rubén Darío lo incluye entre Los raros (1896). Poe influyó en José Asunción Silva, Jaimes Freyre, Leopoldo Lugones, Horacio Quiroga, Julio Herrera y Reissig, Gregorio Reynolds y Antonio Ávila Jiménez. El cuervo, poema de 108 versos en su idioma original, no deja de cautivarnos –a pesar de la opinión de Borges y Bioy Casares que lo consideraban uno de los peores poemas que habían leído– porque evoca el amor imposible, en una atmósfera tensa, cargada de misterio. Cortázar sostenía que el poema no será tan malo cuando sigue siendo leído. Entre nosotros, el poeta Amable O’Connor D’Arlach (1888-1973) tradujo El cuervo en fecha incierta. Publicó su versión en el libro de sonetos Antes del alba (1950).
Poe funda el relato moderno y con él se inicia el género policiaco (Los crímenes de la calle Morgue, El misterio de Marie Roget y La carta robada), la ciencia ficción (La incomparable aventura de un tal Hans Pfaall), la literatura fantástica (El escarabajo de oro, La esfinge y Berenice) y el relato de terror (El pozo y el péndulo, El gato negro, El corazón delator y El tonel de amontillado). Poe influyó en escritores disímiles como Lovecraft, Stephen King, Conan Doyle, Agatha Christie, Chesterton, Julio Verne, H.G. Wells y Ray Bradbury. Algo de Poe hay en la pintura de Munch, Bacon y De Kooning. Y su sombra se alarga hasta los cineastas Hitchcock, Roger Corman y Dario Argento. Coincide en sus planteamientos críticos con Macaulay y Sainte-Beuve e influye decisivamente en la crítica literaria de Baudelaire.
Murió a los 40 años, dejando tras de sí una obra germinal. Julio Cortázar describe así sus últimos días: “Eran días de elecciones y los partidos en pugna hacían votar repetidas veces a pobres diablos a quienes emborrachaban previamente para llevarlos de un comicio a otro… lo más probable es que Poe fuera utilizado (varias veces) como votante y abandonado finalmente en la taberna donde acababan de identificarlo… Vivió cinco días más en un hospital de Baltimore, llamando desesperadamente a Reynolds, el explorador polar que le inspiró ‘Gordon Pym’. Murió a las 3 de la madrugada. “Que Dios ayude a mi pobre alma”, fueron sus últimas palabras. Madrid.// 13/02/2009.
Fuente: El Deber