Las ferias de libros
Por: Homero Carvalho Oliva
Se acerca la Feria Internacional del Libro de Santa Cruz. Recuerdo que a las primeras a las que asistí, por la década de los setenta, fueron a las organizadas en El Prado paceño por el escritor y tradicionalista Antonio Paredes Candia, un incansable promotor de la palabra escrita que, por ese entonces, recorría las ciudades bolivianas con invalorables tesoros literarios. Muchos de los libros que aún conservo los adquirí en los multicolores toldos que se adueñaban del paseo paceño durante las fiestas julianas y navideñas. Allí, entre otras, se podían comprar ediciones baratas de los clásicos universales, así como las publicaciones de la Biblioteca Popular del vespertino “Ultima Hora”, creada por Mariano Baptista Gumucio que puso al alcance de todos a importantes autores bolivianos. En ese entonces no imaginábamos las ediciones piratas que ahora proliferan por todo lado.
Esas ferias callejeras dejaron de existir cuando a una autoridad municipal se le ocurrió que afeaban el principal paseo de La Paz. Recuerdo otras ferias, una en New York, en1989, organizada por Latin American Writers Institute, en la que conocí a autores como Tomás Eloy Martinez, Manuel Puig e Isabel Allende que se quejaba por la arremetida de la crítica contra sus primeras novelas. En el año 2000, junto a Manuel Vargas, asistí a la Feria del Libro de Miami y en un pequeño puesto expusimos libros, tanto de nuestra autoría como los de otros paisanos que nos fueron enviados de diversas partes del país, logramos vender algunos ejemplares. Un famoso que pasó por allí fue Vargas Llosa que nos saludó, miró las tapas de un par de libros y se fue por donde llegó.
Las Ferias Internacionales de La Paz, Santa Cruz y, ahora también, Cochabamba han sido actos heroicos desde sus inicios y, desde hace algunos años, se han convertido en fenómenos culturales. Además de servir de vitrina para los libros y de ampliar el mercado de lectores, se han transformado en espacios de integración cultural con autores de otras regiones de Bolivia y del mundo. La de Santa Cruz ha alcanzado este año su décimo segunda versión que se realizará del 2 al 12 de junio. Recuerdo que la primera vez se la organizó en la Biblioteca Municipal y solamente había algunos expositores y pocos autores. De allí se trasladó a un centro de convenciones, un espacio que luego quedó pequeño y pasó a las instalaciones de la Feria Exposición. Su crecimiento ha sido acelerado como la economía cruceña. Cada año esta feria es visitada por miles de personas, el año pasado la cifra llegó a sesenta mil y en los salones, habilitados para tales eventos, se presentan obras en un promedio de sesenta títulos de libros de poesías, cuentos, novelas y ensayos, que nos demuestran no solamente la gran actividad editorial nacional, sino también la existencia de muchos escritores nacionales ansiosos de llegar al gran público. Hay autores que esperan todo el año para presentar sus libros en la feria. En los pasillos, mientras miramos títulos y preguntamos precios, los escritores tendremos nuevamente la oportunidad de felicitar a nuestros colegas amigos, de hablar mal de autores que no nos caen bien y, por supuesto, de especular sobre obras que aún no hemos leído.
Este año el país invitado es Italia y se prevé la presencia de autores italianos, así como exposiciones y conversatorios sobre literatura italiana. Paralelamente, en otro pabellón contiguo, estará la Feria de literatura infantil y juvenil. Lo importante es que la literatura es y será siempre generosa con nosotros, es cuestión de que cada quién sepa encontrar sus libros o sus autores o dejar que ellos nos encuentren.
Fuente: Ecdótica
