08/15/2017 por Marcelo Paz Soldan
“Voy un poco detrás de la historia de Bolivia”

“Voy un poco detrás de la historia de Bolivia”


“Voy un poco detrás de la historia de Bolivia”
Entrevista a Manuel Vargas
Por: Willy Camacho Escritor

Manuel Vargas Severiche (Huasacañada, Vallegrande, 6 de marzo de 1952) es un escritor y activista del libro boliviano”. Esa descripción figura en Wikipedia, y para mi sorpresa, contiene una definición bastante precisa: “activista del libro”.
Es que eso es Manuel, un activista que lleva casi medio siglo metiéndole a los libros, ya sea como escritor o como editor, desde la ya legendaria editorial Correveidile. En esta oportunidad hablamos sobre su última novela, Bolivia Spirituals, que la editorial 3600 acaba de presentar en la Feria Internacional del Libro de La Paz.
Tú última novela es parte de una trilogía, ¿cierto?
Bolivia Spirituals es, en realidad, una parte de todo una serie de historias noveladas que se van sucediendo. Parece que yo voy sin querer un poco detrás de la historia de Bolivia, de los hechos que se van dando en diferentes épocas. Por ejemplo, se podría considerar como primera parte Nocturno paceño, que es de la época de la dictadura de Banzer, y hay otros escritos que tengo que son de la época de la apertura democrática. Bolivia Spirituals es nomás una novela del presente, en el sentido de que está un poco en sintonía con un tema que ya desde hace un tiempo está siendo explotado por este nuevo gobierno, que es el tema del indio, de la de la cultura ancestral, de los aspectos casi religiosos, inclusive, por eso se llama así.
Cuéntanos un poco de qué trata…
Estos aspectos casi religiosos que suceden en nuestro país yo los tomo a partir de la historia de un pueblo sin nombre (que no tiene un nombre geográficamente real, digamos), donde transcurre la serie de eventos. Se va mostrando un poco la vida de la gente, cómo son todas sus costumbres, su manera de ser, su pensamiento; pero, poco a poco, esto se va complicando, pues es una zona marcada por recientes conflictos de límites, luchas entre ayllus, como ocurre entre laimes y cacachacas, por ejemplo, que se agarran a pedradas desde hace muchos años siglos atrás.
Entonces, yo tomo un poco esos elementos históricos para hacer la historia de un pueblo que igual padece esos enfrentamientos, donde el Estado nunca es capaz de ofrecer una salida para que no se sigan agarrando a palos, para que baje la violencia, etc.
No es la primera que vez que algún conflicto real te llama la atención y lo llevas a la ficción…
Este caso me llama mucho la atención porque, históricamente, todo ha ido pasando: han tratado de pacificar, han ido las Fuerzas Armadas, han llevado proyectos de desarrollo, pero parece que nada funciona realmente, que no hay salida para esos pueblos.
Entonces, me pregunto, ¿qué pasa en nuestro país con esos pueblos tan pobres? En el altiplano (y no solamente en el oriente) se han ido aliando con el narcotráfico, quizá porque ahora producir droga es cada vez más sencillo. Antes había que pisar la coca y todo eso, ahora ya es un sistema colombiano que permite producir en cualquier parte. Así, si uno analiza la prensa, en estos últimos 10 años hay reportes de comunidades rurales del altiplano, próximas a la frontera con Chile, donde muchos se han dedicado al narcotráfico; es más, hay la noticia sobre la existencia de un “narcopueblo”.
Todos esos elementos de la historia del presente, de lo que está pasando, yo los tomo en esta novela para mostrar cómo un pueblo, poco a poco, se va degenerando, considerando que el Estado es incapaz de dar una salida, ya que no se les puede ofrecer más de lo que les ofrece el narcotráfico. Ellos dicen “bueno, parece que el narcotráfico es lo mejor, es fácil, vamos a tener más plata, y rápido”. Eso es un poco el conflicto y el problema de esta novela.
¿Alguna vez tú te ubicas dentro de tus ficciones?
Tengo una trilogía (Rastrojos, Callejones y Otros ámbitos) en la que la narración tiene mucha relación con mi propia vida, que es, básicamente la vida de un niño hasta la adolescencia contada en tres novelas juntas. Después tengo otra novela basada en una experiencia mía durante la dictadura de Banzer, y tengo otra, aún inédita, que habla de la época de la democracia. En esta última, Bolivia Spirituals, estoy mostrando lo que pasa en estos años, o sea, siempre está mi mirada testigo de por medio. Pero ahí hay un poco más de fantasía en la elaboración de la historia y los personajes experimentan situaciones muy duras. Uno de ellos, por ejemplo, se va a España a trabajar, a ganarse la vida, y quiere volver a ese pueblito que él recordaba, pero ahora ese lugar soñado está dominado por el narcotráfico. Y, bueno, también está el problema de los medios, porque viene con un equipo de la televisión española, y ahí suceden cosas bastante trágicas.

Fuente: Ideas