01/06/2014 por Marcelo Paz Soldan
Sobre los ganadores del Franz Tamayo

Sobre los ganadores del Franz Tamayo

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Sobre los ganadores del Franz Tamayo
Por: Martín Zelaya Sánchez

Un relato en el que el narrador anuncia, de entrada, que va a contar una historia, o desvelar un secreto, o reproducir un texto de una tercera persona ya desaparecida (y que luego resulte que ese material misterioso sea el cenit de la narración) es un lugar común. Es cierto, pero no por ello se puede satanizar a toda pieza que caiga en este recurso.
Partiendo de esta premisa es que vale la pena leer los dos relatos ganadores del XL Concurso de Literatura Franz Tamayo: Los zapatos de plata, de Damián Oyola, y Apuntes de un corresponsal extranjero, de Humberto Párraga, reunidos en una antología editada por la editorial 3600 junto a otros 10 cuentos finalistas.
En el caso del primer cuento, que se hizo con el primer lugar del tradicional premio convocado por el municipio paceño, se trata de una historia de las minas potosinas en una de sus últimas etapas de auge, los años 60 y 70 del siglo pasado; época en la que una fugaz bonanza económica terminó por difuminarse en la brutalidad de las dictaduras.
No son, no obstante, los ejes centrales del cuento la minería ni la dictadura -que si de hablar de lugares comunes se trata, éstos dos lo fueron por buen tiempo en la literatura nacional-, sino más bien dos personajes que aunque no terminan de redondearse del todo, sí gozan de algo que en los cuentos es esencial: identidad y verosimilitud, esto último salvando todos los matices de ficción e irrealidad inherentes a este género.
El padre Shultz, que agarra protagonismo y el hilo de la narración tras la introducción del viejo amigo que accede a sus manuscritos, y el misterioso hombre de los zapatos de plata -que transmite a su vez sus vivencias al cura en medio de delirios y confesiones- introducen al lector a un recorrido por el campamento minero de Antombravo y la cotidianidad de dirigentes mineros como Artemio Camargo.
Relato del relato de un relato, o historia de otras historias…. Quiso la casualidad que este año el Tamayo distinga a dos piezas muy similares en estructura, intención y motivación, aunque diametralmente opuestas no sólo en el estilo y la temática específica, sino ante todo en cuanto al autor: Oyola apenas bordea los 25 años y cuenta experiencias mineras a partir de las historias que oyó en su infancia de su padre y sus tíos. En cambio Párraga, que ya pasa de los 70 años, habla en Apuntes de un corresponsal extranjero de la Guerra del Pacífico a partir de sus lecturas y aficiones por la historia.
Recurre Párraga (autor chuquisaqueño; el primero es potosino) a un leit motiv asombrosamente similar al anterior: el narrador encuentra unos apuntes en un viejo libro usado que adquiere en una venta, y que a continuación hacen carne del cuento que obtuvo el segundo lugar en el mencionado premio.
Los primeros legajos son del hijo de un corresponsal que asistió a la invasión chilena de 1879, y luego se reproduce una especie de diario del corresponsal en el que, entre muchos sucesos de carácter histórico, destaca la historia de un soldado aymara que luego de cumplir su deber patrio decide dejar el frente de batalla -donde había caído prisionero- y lo hace aun a costa de su vida.
Es decir, tenemos, en el primer caso: narrador + Shultz + hombre de zapatos de plata, y en el segundo: narrador+hijo de corresponsal+ corresponsal.
Para terminar de cuadrar las casualidades, en ambos relatos el narrador (los narradores) se excusa(n) en su extranjería para “disculparse” por la poca destreza a la hora de reflejar los hechos.
La compilación de cuentos del Franz Tamayo, que se presentó en octubre pasado en la Feria Internacional del Libro de La Paz, consigna además otros 10 relatos que el jurado consideró recomendables de publicar, de un total de 125 originales revisados. Una buena muestra de lo que se produce hoy en día en la narrativa nacional.
Fuente: Ideas