02/22/2008 por Marcelo Paz Soldan
Salen a la luz textos inéditos de Jaime Saenz

Salen a la luz textos inéditos de Jaime Saenz

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Salen a la luz textos inéditos y un desconocido amor de Saenz
Por: Martín Zelaya Sánchez

Poemas, prosas, dibujos y fotografías del famoso “baúl” secreto del poeta serán divulgados en marzo. Como regalo, un relato breve nunca antes publicado, gentileza de La Mariposa Mundial
A las diez de la mañana he recibido tu bella carta, en la que me dices no haber recibido sino una mía. Te digo que te he escrito cinco cartas, o seis. Sé que una la has recibido. Eran todas certificadas”.
Un arrebatado Jaime Saenz se vacía ante Mireya. Obsesivo, impulsivo, pero siempre elegante y formal, a sus 28 años. La misteriosa destinataria de esta inédita misiva del vate vive aún en Estados Unidos, lejos de la Cochabamba donde nunca pudo consumar el amor epistolar con el empedernido paceño.
La revista literaria chileno-boliviana Mar con Soroche, en su recién aparecido número cinco, regala estas valiosas cuartillas perdidas, que para los seguidores de Saenz vienen a ser un feliz preludio de un banquete mayor.
Poemas, prosas y fragmentos sueltos de textos inconclusos, además de prólogos y comentarios a otros libros, y una amplia colección de dibujos —sus célebres calaveras y autorretratos, entre otros, desempolvados al fin, a los casi 22 años de su muerte— aparecerán en marzo en el número 18 de la revista La Mariposa Mundial, gracias al afán de los escritores Álvaro Díez Astete, Jaime Taborga y Rodolfo Ortiz, este último director de la revista que en este número estará íntegramente dedicado al autor de Al pasar un cometa.
“Qué bella, bella tu carta del 12 de enero —prosigue el autor más adelante—. Sinceramente me ha llenado de euforia y alegría. Qué bellamente escribes sobre la lluvia. Yo nunca he escrito así sobre la rumorosa lluvia”.
Ricardo Sáenz Hayes (éste sí con tilde) comenta, en el prólogo de La religión del arte, epistolario de Gustave Flaubert, que lo mejor de muchos grandes autores se ve en su correspondencia, las más de las veces publicadas post mortem, pues nadie escribe algo tan personal e íntimo pensando en publicarlo.
El baúl desempolvado
“La Mariposa siempre ha estado muy cerca de Saenz y su obra —cuenta Ortiz—; es más, el mismo nombre de La Mariposa Mundial aparece en la página 100 de La piedra imán (libro de relatos). A lo largo de todos los números se han publicado ya algunos textos inéditos, como el Poema a Micaela, dedicado a la hija de su amigo Alfonso Barrero (“el Sultán de Marruecos”, que por cierto ayudó mucho para el número que preparamos)”.
Sin duda el mayor precedente y referente fue la primera publicación de La Mariposa como editorial, el poemario perdido Café y mosquitero, cuyo mecanuscrito original fue hallado en el pasaje Huarina, emporio de los libros usados.
Luego de varios años de rastreo y contactos, Ortiz logró, además de los textos antes mencionados, establecer la existencia de varios otros inéditos “procedentes de un baúl que guardaba don Arturo Orías, albacea literario de Saenz”.
Entre 1942 y 1955, entre sus 21 y 34 años, el poeta no sólo atravesó un álgido periodo de su vida: se casó con Erika, tuvo a su hija Jourlaine y las perdió a ambas al largarse de improviso a Alemania. También en ese periodo —cuando sufrió dos delirium tremens— tuvo una prolífica producción, sobre todo en verso.
“Es de esa época que se han hallado una serie de textos, unas prosas trabajadas de manera paralela al El escalpelo (poemario de 1955) y algunos poemas que al parecer sobraron de la edición final de este libro. Pero además otros versos que en la revista publicaremos bajo el nombre de Poemas de 1944. Todos estos trabajos proceden de esta etapa de su juventud, cuando aún firmaba con su nombre completo de Jaime Saenz Guzmán Achá”.
Además de este material, Ortiz recopiló una serie de poesías sueltas que se publicaron sólo una vez en algunas revistas del exterior en las décadas del 60 y 70. “Por ejemplo, tres piezas editadas en la ahora inhallable publicación colombiana Eco”.
Por si fuera poco, un valioso material gráfico también saldrá a la luz por primera vez. “Un álbum de calaveritas, con los dibujos que hizo para sus libros, para textos de algunos amigos como regalos y otros hallados en papeles sueltos. Hay además varios autorretratos y dibujos en secuencias y series”.
Fotografías de objetos identificables con el autor, como su saco de aparapita y el gorro de peregrino que usó en una célebre fiesta de disfraces que organizó en su casa, completan el paquete.
Escudriñadores
Buena parte de las joyas que La Mariposa Mundial difundirá reposaban, como ya se dijo, en el “baúl central” que a su muerte Orías dejó en custodia a Guisela Morales, sobrina de Saenz, representante de los herederos y dueños de los derechos de publicación. A ese material tuvo acceso Álvaro Díez Astete, quien logró hacer coincidir papeles y fechas, cotejar etapas y estilos y, finalmente, se hizo de la aquiescencia de Morales a favor de los planes de divulgación de La Mariposa.
Pero no todo estaba en el baúl. Por ejemplo, las prosas de la etapa del El escalpelo las tenía en su poder el cineasta Óscar Soria, quien luego las confió al poeta Jaime Taborga.
Un trabajo más, “él único y último libro completo aún inédito de Jaime Saenz”, una colección de prosas poéticas, todavía espera la mejor oportunidad para entrar en la imprenta. El nombre y los detalles llegarán en el próximo vuelo de la Mariposa.
Fuente: www.laprensa.com.bo