Crónica de la independencia de Bolivia de Dick Commandeur
La historia no termina de escribirse nunca. A propósito de Crónica de la Independencia en Bolivia. El diario de Tomás Heredia
Dick Commandeur
Hace varios años realicé un estudio de la historia de una casa colonial en Sucre. Descubrí quienes habían vivido allí desde su construcción a finales del siglo XVI, principalmente, en base a escrituras públicas. Publiqué los resultados, así como breves descripciones del desarrollo urbanístico de la ciudad de La Plata, luego Chuquisaca y, desde 1839, Sucre. Fue un trabajo muy satisfactorio y me encantó revisar y leer documentos antiguos, pero daba para más.
De ese estudio, me quedé con una gran interrogante: ¿Por qué casi nunca se perciben períodos de grandes cambios en Sucre y en Bolivia? Por ejemplo, la Guerra del Chaco adonde fueron muchos jóvenes, la Guerra Federal donde Sucre perdió la sede de gobierno y la Guerra de la Independencia donde hubo muchos cambios de gobierno en poco tiempo, ejércitos invasores y al final un nuevo país. Está claro que las escrituras públicas muestran solamente una parte de la vida institucional y de los habitantes, por lo que tenía que investigar un poco más.
Decidí enfocarme en el período de la Guerra de la Independencia, adentrándome más en el Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia (ABNB), en sus fondos y colecciones, así como en libros testimoniales de la época. Fue apasionante encontrar una amplitud de datos, vincularlos, crear una perspectiva propia de los acontecimientos y sus causas y sus efectos.
Así, Crónicas de la independencia en Bolivia [Nuevo Milenio, 2023] proviene de mi inquietud de conocer algo más sobre la situación de los habitantes de la ciudad de La Plata o Chuquisaca durante la Guerra de la Independencia. Me hacía preguntas como: ¿Por qué, pese a los muchos cambios de gobierno entre patriotas y realistas, la burocracia seguía funcionando bastante normal en todo el período, como se pudo observar en la mencionada investigación previa basada en escrituras públicas? ¿Por qué la guerra duró más tiempo en Charcas, donde se dio inicio a la misma el 25 de mayo de 1809, que en otras partes del continente? ¿Cómo sobrellevaron los vecinos los cambios de gobernantes y las incursiones de diferentes ejércitos regulares y guerrilleros? ¿Qué diversidad de opiniones hubo, influenciadas por motivos personales, políticas externas e internas, acontecimientos puntuales, y cómo se enfrentaron? ¿Cómo llegó Bolivia a ser independiente?
Luego me hice otra pregunta: ¿Qué hago con esta información, pedazos variados de texto, de opiniones y hechos? Durante el tiempo de investigación había leído varios libros históricos, entre otros, Juan de la Rosa de Nataniel Aguirre. Lo leí para ver si hubo descripciones sobre la vida diaria en esa época, aunque fuera de Cochabamba. Tengo que decir que no encontré exactamente lo que buscaba, pero sí me sorprendió las referencias a eventos históricos de la Guerra de la Independencia de forma natural incluidos en el texto. ¡Eureka!, ahí me surgió la idea de convertir mis hallazgos en una novela. Cruzando con el libro del tambor José Santos Vargas, Diario de un comandante de la Guerra de la Independencia, y otro de José Luis Roca, Ni con Lima, ni con Buenos Aires, que daba más o menos una estructura básica a los sucesos en el período por contar, opté por la forma de un diario de una persona real que vivía en la casa que ya conocía de mi anterior estudio. Otro libro al que le debo mucho por sus bellísimas descripciones de las tradiciones de la época es Últimos días coloniales en el Alto Perú, de Gabriel René Moreno.
Así que Crónicas de la independencia en Bolivia inicia con el hallazgo del diario de Tomás Heredia, en que narra el paulatino surgimiento de su convicción como patriota. Cuenta sobre la vida diaria de los habitantes de su casa, que son sus familiares, con diferentes afinidades hacia las causas realista y patriota. Estas diferencias llevan a discusiones variadas sobre las características de las batallas que hubo durante la guerra, sobre algunos personajes de la época y sobre temas de política local e internacional. Hay descripciones sobre el rol de personajes como: Jaime de Zudáñez, Ramón García Pizarro, el arzobispo Moxó y Francolí y Manuel Ascencio Padilla, subrayando tanto aspectos positivos como cuestionados.
El diario incluye una trama sobre un documento secreto elaborado por el general realista Vicente Nieto y el rebelde Jaime de Zudáñez con una propuesta política para terminar el conflicto en sus primeras instancias; documento que al final resultaría perdido para siempre. Posiblemente, nunca existió; pero aproveché la libertad que da la novela.
El libro describe la llegada de los ejércitos auxiliares de las Provincias Unidas del Río de la Plata, que fueron recibidos con variado entusiasmo y hasta repelido el último de La Madrid. Lleva a diálogos sobre sus objetivos, consecuencias para la población charqueña y la creación de la Argentina naciente en el sur.
Relacionado con estas llegadas, existían los ejércitos irregulares de caudillos locales y nacionales. El diario cuenta de las acciones de Manuel Ascencio Padilla, acompañado por su esposa, Juana Azurduy; sus dificultades y las reacciones opuestas de los miembros de la familia de Tomás Heredia y desde la ciudad de La Plata. El rol de las fuerzas de indios, tanto para las guerrillas, los realistas como para sus propios fines, se explica con detalle.
Todas las incursiones desde el sur fueron seguidas por recuperaciones del gobierno por parte de los españoles. Tomás Heredia nos pasa la información que escuchó desde el mismo campo español sobre sus contrariedades, pensamientos liberales y absolutistas, evolucionando en el tiempo. Discute sobre la constitución liberal de Cádiz de 1812 y lo que podría haber significado para el proceso de descolonización y autonomía, que entonces aún estuvo en sus primeros momentos en el continente sudamericano.
El libro cuenta sobre actuaciones del Cabildo, en su relación, generalmente de subordinación, con los poderes externos, expresada por ejemplo en complicaciones en las elecciones de sus miembros en varios momentos. En La Plata predominaba un afán de garantizar la seguridad para la ciudad y sus habitantes. Sin embargo, los funcionarios de entidades públicas de diferentes niveles guardaban también sus propios intereses, mostrando seriedad y lealtad en su trabajo. Algo similar se podría decir de los artesanos que proveían de productos y servicios a los ejércitos. Sus situaciones personales salen a la luz en las conversaciones de amistad con Tomás Heredia.
La población, así como la familia de Tomás, sufría de la carga de las contribuciones forzadas, obligación de alistamiento en las milicias, hostilidades de los regentes ocasionales y de una creciente escasez de productos alimenticios por la inseguridad y bloqueos en los caminos y la guerra en general. Las vendedoras de la plaza, los comerciantes y organizaciones gremiales, así como las autoridades, jugaban su propio rol en el abastecimiento.
La posición de la mujer en la política y el respecto entre Tomás y su esposa, María Luisa Toro, prima del prócer de la independencia, Ángel Mariano Toro, viene a flote en diferentes momentos familiares, que ocurrieron debajo de la sombra del estado de guerra a veces latente otras veces con irrupciones directas en su vida diaria.
Una amenaza continua para los pobladores eran las acusaciones de traición por uno u otro bando. Infidelidad era causa de castigo de prisión, confinamiento, confiscación de bienes o peor, mientras que su evidencia muchas veces era muy temeraria, como en los peores tiempos de la inquisición. La mayoría de las personas acusadas que aparecen en el diario han actuado por necesidad o conveniencia, otras por convicción.
En varias partes se describen la situación de La Plata, aspectos socioeconómicos, geográficos, demográficos y urbanísticos: las diferentes clases, la ausencia de inversiones productivas, los condicionamientos de la naturaleza, las instituciones, y hasta la estructura de las calles. Era una ciudad de unos quince mil habitantes, pero con rasgos reconocibles en la Sucre de hoy.
En el transcurso de la novela Tomás se vuelve cada vez más crítico hacia el dominio español y la posibilidad de una solución política acordada entre el poder colonial y local, hasta que la independencia se vuelve una inevitabilidad. Cuando ella ocurre gracias al ejército libertador de Simón Bolívar y Antonio José de Sucre, él ya se fija en el gran trabajo por hacer en el nuevo país, independiente de España, pero también de Perú y Argentina.
Crónica de la independencia de Bolivia. El diario de Tomás Heredia es una novela que se basa en documentación fidedigna de la época, que refleja las opiniones y posiciones que existían en la sociedad platense de ese período fundamental para la historia de Bolivia. Con modestia, creo que también tiene relevancia para reflexionar sobre el mundo de hoy, ya que muchos eventos, problemas, acciones siguen volviendo una y otra vez, aunque sea con detalles diferentes. La historia no termina nunca y nos da una riqueza para aprender y desarrollar visiones que puedan mejorar el mundo de mañana.
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