03/22/2012 por Marcelo Paz Soldan
Entrevista a Fabiola Morales

Entrevista a Fabiola Morales


Fabiola Morales Franco: “Clarice, qué le dirías a Virginia Wolf si vivieras en el mismo cuarto que ella”
Por: Miguel Lundin Peredo

Fabiola Morales Franco nació en Cochabamba, Bolivia en mayo de 1978. Publicó sus primeros cuentos en la revista infantil “El Chasqui” y años después, poco antes de emigrar de su país, ganó el primer concurso de relatos breves “Casa Blanca” efectuado en su ciudad natal.
Estudió Ingeniería Industrial. En el 2001 realizó un postgrado en México, DF. Desde el 2005, vive, trabaja y estudia en Barcelona, España. Actualmente está a punto de terminar la redacción de su primer libro de cuentos [Fabiola se ha referido a la publicación de este libro en su twitter: “Emoción, emoción. la editorial Nuevo Milenio a confirmado la publicación de mi libro La región prohibida durante el 2012.”].
1. ¿Que te motiva a escribir?
Yo más que motivación le llamaría necesidad. Una imperiosa necesidad. Creo que escribo desde antes que supiera escribir, en el principio dibujaba rostros decenas de ellos en una hoja, en dos en tres…
Mis padres suelen bromear con el hecho de que a los dos años ya tenía la manía de llevar un cuaderno y un lápiz a todo lado y que incluso dormía con ellos bajo la almohada. Así que es eso lo que me impulsa a escribir, una perenne necesidad de la que no puedo huir, de la que espero nunca poder huir.
Luego están las cosas que veo, normalmente escenas inconexas, gestos, conversaciones que tergiverso hasta amoldarlas a una historia nueva. La mayor parte de las veces son fragmentos que por si solos son intrascendentes pero que al juntarse adquieren otra proporción.
2. ¿Que narradoras admiras y consideras influencias visibles en tus primeros años de aprendizaje narrativo?
Guardo un bonito recuerdo de las lecturas de mi niñez, Enid Blyton o Louisa May Alcott. Yo quería ser Jo. La rebelde, la que se corta el pelo y escribe cuentos…Luego crecí, me hice adolescente y descubrí a Adela Zamudio, a Isabel Allende. Eran libros que tenía que leer porque ese era el momento de leerlos.
Y ahora voy a hacer un salto temporal, entonces vendrán las grandes Annaïs Nim, Virginia Wolf, Elfriede Helinek, Simone de Beavouir, Herta Müller. Y luego aquellas que he descubierto muchas veces de manera meramente casual. Amelie Nothomb, Banana Yoshimoto, Lorrie Moore, Amy Hempel, Xiaolu Guo, Aurora Venturini, Lolita Bosch… la lista es larga. Mi trabajo está influido por todas ellas, por las cosas que escribieron o escriben, por como pensaron y vivieron y supieron plasmar aquello que veían.
3. ¿Que género literario prefieres más?
Difícil responder a esa pregunta. Disfruto muchisimo leyendo novela y cuento. Y luego están la metaliteratura, los cuentos que podrían ser novelas, las novelas que podrían ser cuentos; la nouvelle manga, incluso el comic. Soy una fan de la literatura asiática y por supuesto del manga.
4. Cuéntanos un poco sobre tus lecturas obsesivas escritas por “vacas sagradas” de nuestra literatura…
He leído tres veces Cien años de soledad y no me avergüenza decirlo. Y cada vez que la he leído me ha gustado más. Tuve una época durante mi adolescencia en la que estuve obsesionada con el realismo mágico, le debo mucho a Mario Vargas Llosa, a Juan Rulfo a Carlos Fuentes, y por supuesto a Gabriel García Márquez. Y ninguno de ellos ha evitado que yo leyese a otros escritores (que vinieron luego y rompieron con todo) como Bolaño, que aunque esté muerto y no lo pensemos va camino de ser, o de que lo hagan, una vaca sagrada más, porque ese es finalmente el destino. La vida es así. Y si no que se lo pregunten a Cortázar.
5. ¿Que opinión tienes de la nueva narrativa boliviana?
Está creciendo, quiero decir estamos creciendo. Vamos por buen camino creo yo. Igual es una narrativa que crece un poco disociada, entre los que quieren universalizar la literatura boliviana y aquellos que se aferran a la tradición. Pero está bien; yo soy partícipe de que cada cual tiene que escribir lo que le apetezca.
6. ¿Qué proyectos literarios tienes en mente?
Ahora mismo estoy terminando un libro de cuentos. Le llamo mi primer libro porque probablemente es la primera propuesta formal que me he hecho. Una serie de cuentos que abordan un mismo tema, unos cuentos escritos para ser, para conformar un solo libro.
Antes escribía movida por el azar, éste no es el caso. Estos cuentos guardan en su conjunto una intención y son parte de un solo pensamiento que los une en común.
7. ¿Cuál fue tu primer amor literario?
Alejandro Dumas… si hubiera una máquina del tiempo, a los trece años me hubiera hecho mosquetero.
8. ¿Consideras que para ser escritor o escritora se tiene que vivir el país de origen desde el exilio voluntario?
No, para ser escritor lo que tienes que hacer es escribir, cada día escribir y también leer sin descanso, y hacer de esto tu intención de vida. Un libro puede llevarte mucho más allá que tus piernas. Lo que realmente importa es lo que pasa por tu cabeza, las cosas que aprendes, las cosas que analizas y piensas, los paradigmas que rompes a fuerza de cuestionarte. Cuestionártelo todo e ir siempre un paso más allá ese es el punto.
9. ¿Escribes también novela?
Algún intento he hecho pero de momento estoy enfocada al cuento. Creo que es un camino, un camino que tengo por andar.
10. ¿Que nuevos narradores bolivianos sientes que están haciendo una narrativa más universal?
Igual no soy la persona más indicada para contestar esta pregunta. Hace años que no vivo en Bolivia y por más que trato de seguir lo que allá se cuaja desconozco a la mayoría de autores. Así que voy a contestar desde mi personalísima opinión: Liliana Colanzi, Rodrigo Hasbún y Maximiliano Barrientos. Y solo dejo de lado a Edmundo Paz Soldán y a Giovanna Rivero porque creo que ellos son los maestros. Me refiero a que han hecho y hacen mucho para universalizar nuestra literatura, desde hace años.
11. ¿Algunos consejos para los adolescentes que quieren aprender a escribir?
Que lean, que lean mucho y que escriban todo lo que se les venga a la cabeza sin miedo, sin pensar en lo que sus padres o sus amigos digan y que persistan y se exijan a sí mismos, a sus cabezas, hasta el final.
12. Para terminar, ¿qué le dirías a Clarice Lispector si vivieras en el mismo cuarto que ella?
Clarice, qué le dirías a Virginia Wolf si vivieras en el mismo cuarto que ella.
Fuente: Veneno Lúndico