06/11/2018 por Marcelo Paz Soldan
César Antezana Lima: En lo cotidiano está nuestro “heroísmo”

César Antezana Lima: En lo cotidiano está nuestro “heroísmo”

Cesar Antezana, ganador del Premio Yolanda Bedregal 2017.

César Antezana Lima: En lo cotidiano está nuestro “heroísmo”
Por: Alex Aillón

Sentados en un café frente al Parque Bolívar de Sucre, conversamos con el poeta, gestor cultural, actor y bolichero, César Antezana, quien también es Flavia Lima, la voz poética femenina de Masochistic, el poemario que ganó el Premio Yolanda Bedregal 2017. Al otro lado de la ventana, está sentado Diego Aramburo, el director de teatro que ha despertado una gran discusión en el campo cultural boliviano en las últimas semanas debido a su cambio de género. Es un marco interesante, por no decirlo menos, para una charla que versa sobre la visita de Antezana a Sucre, pero sobretodo sobre sus preocupaciones acerca de la literatura, el feminismo, el under y la vida.
¿Masochistics es, efectivamente, un tratado de lo cotidiano?
Yo creo que sí lo es. Mi afán es tratar estas pequeñas vivencias, estas pequeñas crisis de todos los días, son las que en realidad hacen cuerpo en nuestra existencia. Generalmente cuando uno hace memoria tiende a recordar los grandes momentos, o muy buenos o muy malos. Pero en realidad, no nos ocupamos de estos placeres de todos los días. Lo que George Perec llamaba lo “infra ordinario. Nadie da cuenta de estas vivencias que debemos enfrentar todos los días, estas pequeñas resistencias. En lo cotidiano, ahí está nuestro “heroísmo”.
Un libro comienza a veces ya como un concepto y otras como una frase. Cómo comenzó Masochistics.
La primera forma de este libro la tengo desde hace cuatro años. Era un periodo de mi vida en la que comencé a recoger algunos textos y a partir de ello fui dándoles forma. Pero es hace un año que tiene un dirección y una voz poética definida. Yo juego mucho con una voz que me permite mucha libertad de movimiento en la escritura, que es una voz femenina, que hace un recorrido casi narrativo en un tiempo cronológico determinado, en devenir. Esa voz un momento determinado se me hizo imprescindible. Hace unos años comenzamos la tercera temporada de “La Zurda Siniestra”, un fanzine que publicamos en La Paz. Toda esta tercera temporada está firmada por un alter ego que se llama Flavia Lima. Este alter ego es muy mío, no hay impostación. Flavia Lima soy yo.
El feminismo, cómo afecta tu obra.
Tenemos un recorrido con mi compañera de vida, Beatriz Jurado, con ella hemos comenzado a transitar este camino del activismo cultural, pero sobretodo nos hemos metido a estudiar el feminismo. Es un trayecto bien largo. Muy rico. Porque hay una capacidad de retroalimentación inmediata. Nos ha orillado a ambos. Pero creo que a mí me ha afectado más a tomar decisiones drásticas, éticamente. Porque uno podría decir muchas cosas y no aterrizar en nada concreto, actitudinal, al respecto. Comprendemos lo que es políticamente correcto, pero de ahí a que eso te afecte en lo cotidiano nos lo hemos planteado de forma urgente. Nosotros creemos en la teoría, pero si eso no aterriza en una práctica no funciona. Entonces a partir de estas búsquedas he podido darle vuelta a algo que como varón heterosexual había dejado de lado, que yo sí tenía, pero como un recuerdo reprimido. Y no estoy mamando (risas). Desde hace tiempo he comenzado a transitar en una apariencia andrógina. O a presentar mis textos con indumentaria femenina, o a imaginar una voz poética e incluso teórica de otro tipo. Esto es consecuencia de un trabajo muy hacia adentro, muy pequeño. A partir de ello surgen muchas cosas, entre ellas este libro: Masochistics.
Qué lugar crees que ocupa este libro en la tradición literaria boliviana, o se sale de la misma.
Es necesario salirse de esa tradición, pero es necesario antes conocerla. A veces uno cree que es transgresor y no conoces tu propia tradición, que además es escasa en el caso boliviano. Pero sí creo que el lugar poético de este libro es distinto. Algún rato el jurado dijo que es una exploración acerca del dolor, que no se había hecho antes. Creo que este afán mío de hacer como un espacio muy concreto en la poesía ha hecho que este tema del dolor haya filtrado en este libro en formas de masoquismo. Este es el rollo del texto. Entonces hay diversas formas de nombrar el dolor desde sensaciones muy corporales. Además es un tema que a mí me gusta mucho. El sadosamo me parece algo muy liberador. Hay una escritora, Gayle Rubin, que en los 60s ya hablaba sobre la posibilidad de los cuerpos de transgredir el género como performance, como representación concreta, visible. Rubin explora el sadomasoquismo en grupos de homosexuales en Estados Unidos y a partir de ello gran parte del feminismo la defenestra, como lo hicieron con Judth Buttler y su Teoría queer, porque son temas incómodos, porque lo políticamente correcto tiene un deber ser que incomoda, a mí me incomoda. En La Paz nuestra posición activista es que todos estamos con el discurso progre, no podemos darle la espalda para nada, pero cuando ese discurso progre se vuelve un deber ser, además, maquillado, nos incomoda, a mí me incomoda mucho. Este texto es un texto para incomodar. En la presentación del libro, dediqué el libro a todas nuestras sociedades conservadora. Todo lo que en los últimos años ocurre a nivel cultural, político, es muy incómodo. Hay muchos purismos que se defienden de manera impostada, entonces incomodar esos purismos es algo que me place.
Qué vienes a hacer esta vez a Sucre.
He venido antes a Sucre, como profesor de historia, con mis alumnos, pero esta aproximación es diferente. He venido invitado por “El Mercado”, nosotros tenemos referencias de este espacio como un lugar underground, entonces se nos plantea como un escenario que se abre a voces disidentes. Más allá que uno esté a favor o en contra de, a la ciudad, a la sociedad, un espacio como este le ayuda a tener posibilidades de encontrar pluralidad, eso es fundamental. Entonces hemos esperado que se publique el libro para poder venir. A mí me encanta estar en este lugar.
En cuanto a los talleres de escritura creativa que darás en Sucre.
Yo tengo una idea de que la creatividad no puede estar reducida a un área. En algún momento claro que se tiene que elegir hacia dónde tirar más. Pero siento que es casi imposible, plantearse un proceso de creatividad dejando de lado un montón de expresiones artísticas. Tú te nutres para escribir, de libros, pero también de películas, de teatro, de danza, de música. Todo eso te detona posibilidades de entender la creatividad. Entonces la búsqueda que planteo en este taller, que es corto, es la exploración de otros registros creativos y cómo relacionarlos y aterrizar en algún producto concreto. Me voy a divertir, que es lo que busco esencialmente.
Por qué postularse al Yolanda Bedregal.
El premio no es nada deleznable. No es una millonada, pero es platita. Con esa plata, yo estoy estudiando la maestría de literatura de la UMSA en La Paz. Que es la quinta versión. Yo me he postulado a todas, he sido aceptado, pero no tenía dinero para hacerla. Porque es cara y no tenía dinero. Primero, el premio es la posibilidad de difundir a nivel nacional algo que he escrito, es pedantería también. Cuando escribimos creemos que es algo que merece que todos lo lean, además vengo del teatro, estoy acostumbrado a que todos me vean (risas). ¿Sabes qué siento? Como que hay una separación muy abusiva entre lo que es underground y lo que es la academia. Y esa separación no le ayuda a ninguna de las dos partes. Porque vivimos en un diálogo de sordos. Lo que hace que sea una larga y penosa caminata nuestro devenir cultural. Entonces, en algún momento, este mi coqueteo con la academia, con la maestría, o tratando de que esto sea un vaso comunicante con esto otro, es mi apuesta de los últimos dos años. Yo he transitado los diez primeros años de Almatroste (bar/centro cutlural) en la más absoluta y radical underground que puedas imaginar. Creo que en algún momento, el primer acercamiento ha sido de la oficialidad, porque hemos creado un espacio horizontal y eso nos ha permitido amplificar nuestra voz. Y creo que eso le hace mucho bien a nuestra cultura, porque creo que el under puede enriquecer muchísimo nuestro mundo cultural. Es que hay un ninguneo muy denso en La Paz. Se presentan muchos libros que no tienen respaldo y pasan desapercibidos en los medios de comunicación, cuando ¿qué les cuesta hacer una pequeña cobertura más plural? Porque todo es parte de la identidad de un lugar. Y esa identidad se enriquecería. Ese afán de ser un vaso intercomunicante es uno de los fines de esto. Tener platita para pagar algunas deudas del Almatroste de cuando no funcionaba, también (risas)
De qué manera ha alimentado tu trabajo como bolichero, El Almatroste, tu trabajo como artista.
Yo rescato la dimensión colectiva del arte. Porque a ratos presentamos algo y creemos que somos unos genios. Cuando en realidad, ese es el producto mínimo de una vivencia colectiva. En realidad estamos conectados todo el tiempo. El Almatroste, ha generado espacios, noches literarias, con períodos de tiempo diferentes, hemos podido abrir un espacio, donde hay un número de poetas leyendo, nunca menos de cinco. Luego se abre un micrófono abierto, de gente que trae sus poemas en un papel o e n un celular. Esa ha sido una experiencia linda, porque nos ha dado la posibilidad de escucharnos y de escuchar interpelaciones y esto ha sido también muy importante para mí. Todo eso también es parte de Masochistics. Además la familia, mi compañera, mis hijos, sin ese apoyo sería imposible la escritura.
El fallo del jurado
“Luego de una amplia deliberación argumentativa, tras la lectura de las más de 50 obras presentadas al concurso, se determinó otorgar el Premio Nacional de Poesía Yolanda Bedregal 2017 por mayoría de votos al poemario: Masochistics, firmado con el pseudónimo Gayle Limache, por presentar la unidad temática original manifiesta y una fuerza expresiva. Se decidió otorgar una mención de honor al poemario Las estaciones, firmado con pseudónimo Sans Soleil”, anunció Homero Carvalho.
El Premio para Antezana consta de Bs. 31 mil, la publicación de la primera edición de la obra por Plural Editores, un diploma de honor y una medalla de oro. “Hay que destacar que cada certamen tiene cosas nuevas y este año visibilizó a nuevos talentos jóvenes, entre los concursantes se presentaron jóvenes de 20 a 35 años y eso quiere decir que la poesía está viva. Es un orgullo como hija de Yolanda Bedregal”, manifestó Rosangela Conitzer Bedregal en el acto de lectura del fallo.
Un poema de Masochistics
INDOLENTE

Tergiversas mi textura
Y la revuelves con intensidad
Soy como un desayuno descafeinado
Que pretendes beber sin excesivo placer
Y conforme emito mis chillidos
Cada vez con más descontrol
Das por acabada tu tarea
A pesar de la mesa, las migajas y las manchas
Ocasionales malentendidos, dices
Ocasionales malentendidos, repito.
Fuente: Puño y Letra