01/27/2020 por Marcelo Paz Soldan
Lecturas memorables del 2019      (Parte 2)

Lecturas memorables del 2019 (Parte 2)


Lecturas memorables del 2019 (Parte 2)
Desde Ecdótica, continuando con las lecturas memorables del 2019 publicadas en La Ramona, compartimos el siguiente texto.
Los años invisibles de Rodrigo Hasbún
Por: Andrés Velarde

Rodrigo Hasbún es uno de los mejores escritores bolivianos del siglo XXI. Su prosa casi gringa, donde no sobra ni falta ni una sola palabra, lo ha consolidado en un gran referente para la literatura nacional y latinoamericana mirando hacia la década que se aproxima. Su última novela, Los años invisibles, publicada por la Editorial El Cuervo a finales del 2019, es prueba viva de lo bien que se le da a escribir a este cochabambino.
Hasbún fue uno de los primeros puentes que tuve como lector para descubrir el pozo sin fondo de potencial que tenemos en este momento en la literatura nacional, Los días más felices (2011) y Los Afectos (2015) me abrieron los ojos hacia lo que podía ser la escritura en este país.
Este libro tiene aciertos muy grandes y algo que definitivamente le resta a esos aciertos.
1. Los escombros
Hay algo fascinante en esta novela que solamente aparece durante un tercio de la misma: la idea de los escombros que recogemos cada uno para contar una historia. Cuando estamos contando algo, ya sea una anécdota, un testimonio o un recuerdo a través de una novela, destrozamos la realidad, la hacemos mierda y los escombros que quedan de eso son nuestras historias. Cuando Hasbún lleva al hoy a sus personajes, explorando con calma y detalle las consecuencias de recoger estos escombros y armarlos de manera que se forme algo más o menos comprensible, es donde esta novela llega a sus puntos altos.
Este concepto de las consecuencias de las historias que contamos es algo fresco e interesante, que le da un tinte intrigante y hasta melancólico a las personas que seguimos durante la historia. La incomodidad de enfrentarte con las exageraciones y licencias poéticas que tienes que tomar para dar vida a una ficción.
Pero los recuerdos en esta novela son un pequeño problema.
2. Los jailones
Uno de los puntos que más me gusta resaltar de la escritura de Hasbún sobre Cochabamba, es que suele estar centrada en una realidad alienada y alienante. Una realidad que reside más del Prado para arriba. Una realidad en la que la erre se vuelve ewrre. Una realidad en la que en Bolivia todos somos brows.
Escribir sobre los jailones creo que ya es un leit motif en la obra de Hasbún, acerca de lo privilegiado. “En esta ciudad nunca hay nada interesante” es algo que me he dicho muchas veces y he leído decir a varios de sus personajes. En ahisitos no es donde está el problema pero, el problema está en que el exceso de detalles sobre el exceso de detalles de Julián y Andrea le quita brilla a la escasez de sus presente a causa de los excesos.
Esa perspectiva distante de lo que suceda acá, el lado que recién descubre a Mekas y venera a Pearl Jam. En otras de sus obras, como por ejemplo la ya mencionada Los días más felices, Hasbún logra estas descripciones con una exactitud dolorosa y certera de cómo suele ser este tipo de experiencia acá. Pero en su nueva novela los recuerdos de este privilegio y la decadencia del rancio abolengo se quedan más de lo que deberían y le quitan brillo a la escenografía verdaderamente hermosa que logra en las parte escombrosas del libro.
Hasbún ha creado un libro hermoso, bien escrito, que tiene demasiados jailones y no los suficientes escombros. Hay que leerlo, experimentarlo y discutirlo; y si dices “wre” cada cuatro palabras, te garantizo que lo que te espera con Hasbún es catarsis pura.
Otros títulos recomendados:
– Reconstrucción de Rodrigo Urquiola. Tata Danzanti Editorial.
– Trucha Panza Arriba de Rodrigo Fuentes. Editorial El Cuervo.
– Eisejuaz de Sara Gallardo. Dum Dum Editora.
– Dead dead demons de Inio Asano.
Fuente: La Ramona