10/31/2013 por Marcelo Paz Soldan
Ferrufino describe una ciudad ambigua

Ferrufino describe una ciudad ambigua

Ferrufino

Ferrufino describe una ciudad ambigua
Por: Leyla Anas

En su nueva novela Muerta ciudad viva (El País), Claudio Ferrufino Coqueugniot aborda la dualidad en que incurren seres humanos, pero también la dualidad de la ciudad que contextualiza su historia, la urbe cochabambina.
Desde Denver, Colorado (EEUU), donde reside, el narrador boliviano, en comunicación con EL DEBER, destacó que las páginas de su más reciente entrega literaria están habitadas por “seis mujeres que empujan la vida de un personaje principal, y también la muerte a través del vicio y la abyección. Una dualidad igualmente presente en la ciudad, Cochabamba, donde bajo el apacible bucolismo se esconde un oscuro espectro”.
El autor, premio Casa de las Américas 2009, sostiene que la interrelación entre todos ellos es muy cercana, “abismal -enfatiza-, sin la idea de que unos hacen a la otra, o que esta, la ciudad, tenga culpa o responsabilidad de lo que ocurre con los personajes. Sí y no, las lecturas pueden ser diversas.
Personajes
El autor optó porque al protagonista de Muerta ciudad viva no se lo llame por un nombre. “A las mujeres sí, a todas ellas, como si en su conjunto quisieran sacar del anonimato al personaje y convertirlo en alguien, bautizarlo. Pero, y se verá al final, hay la lucha diaria por deshacerse de ellas a un nivel muy profundo, permitiendo pensar que su presencia, y la de la urbe, que es femenina también, fuesen impedimento para la libertad, y en última instancia para la felicidad”.
Para Ferrufino Coqueugniot ese enfoque significa “quitarse de encima lo que disfruta, hundir el placer superficial hasta alcanzar el otro, íntimo. Una suerte de filosofía sin la retórica del discurso. Tiene algo de estoico, de anacoreta, de nihilista”, dice.
Los temas del autor
Claudio percibe que esta, su más reciente entrega narrativa, es única como toda obra, aunque no necesariamente autónoma.
“Hay un mismo trabajo de deconstrucción de la forma, a ratos un estilo similar a mis demás libros, pero la temática difiere en su espectro amplio. Tal vez se puedan en todos ellos encontrar rastros no repetitivos pero sí recurrentes acerca de temas que me preocupan o interesan, como la dualidad de caracteres, el individualismo, la relación de pareja, uno ante el entorno… A diferencia de mis otras novelas, la inclusión de la ciudad, como un ente ambiguo y abstracto, es nueva”.
Fuente: El Deber