“Macabria y otros cuentos” Las historias de Emilio Martínez
Por: Ana Triveño
Existen diversos motivos para escribir. Uno puede decidir hacerlo porque se le ocurrió una historia, a otros un personaje o una situación determinada. Muchos seguramente lo usan como una forma de desahogo, de liberación personal. En mi caso, por ejemplo, es por querer transmitir un mensaje. No obstante, a muchos simplemente se les ocurre ponerse a escribir nada más porque les gusta y tienen una imaginación amplia.
Los cuentos cortos, incluyendo a los microrrelatos, tienden mucho a formar parte de la crítica social. Se tratan de historias desde dos líneas hasta un par de páginas, pero cuyo contenido sirve de debate general, que puede desarrollarse por semanas.
Entre los relatos que componen el libro “Macabria y otros cuentos” de Emilio Martínez, tenemos varias obras que, justamente, activan debates sobre la sociedad y sus controversias. Ideas del pasado, del presente, del futuro. Universos alternos donde el Quijote escribe sobre Cervantes, donde la civilización canina alaba a dioses antropomórficos, y donde un mendigo sin saberlo es, nada más que el Rey del Mundo.
Son ideas complejas en relatos sencillos, cuyas descripciones dan mucho a pensar sobre la intención del autor y su percepción del mundo. Desde los extravagantes títulos como “Sueño circular”, “Fenomenología del tallarín”, “Discurso de Lucifer”, “El hombre de la botella”, “Fábula con ejércitos y monarcas” o “El infierno de los masoquistas”; hasta los finales que en realidad, no terminan.
A fin de cuentas la literatura es un arte en el se dibuja con letras, en el que se canta en silencio y en el que se observa mundos a detalle sin que el lector se mueva de su silla ni acudir a una pantalla. Martínez explota esta increíble función y no se pone límites ante su imaginación.
Felicito al autor por sus extraordinarias ideas, por su coraje al abordar algunos temas polémicos con habilidad de disfrazarlos en simples fantasías de mundos sinsentido. Su talento es visible, espero que continúe su carrera literaria y siga publicando más historias.
Como él mismo admite su fervor por autores como Homero, Cervantes, Borges, Carroll, Monterroso, Onetti, seguramente habrá muchos lectores que reconozcan también su entusiasmo por este uruguayo literato.
Fuente: Lecturas
